La industria española de aceituna de mesa podría ver pronto realizado uno de los máximos objetivos planteados por su asociación representativa, ASEMESA: que los Estados Unidos traspasen a España la inspección de calidad comercial a la que someten a nuestras aceitunas negras en sus aduanas.
De esta manera se homologaría el servicio de inspección tradicionalmente conocido como SOIVRE (Inspección, Certificación y Asistencia Técnica de Comercio Exterior) para que sea el encargado de llevarla a cabo en origen.
Y es que, según Antonio de Mora, director-gerente de ASEMESA, “las conversaciones entre las administraciones de EEUU y España están en la recta final y todas las partes implicadas están de acuerdo en ultimar el convenio cuanto antes”. Tal y como indica De Mora, “si todo va según lo previsto, podríamos cumplir nuestro objetivo en el primer semestre de 2011, lo que cerrará todo un proceso negociador que ha durado más de doce años y en el que ASEMESA y la Administración española hemos invertido muchísimo esfuerzo”. En este sentido, el responsable de la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa reconoce que desde que en 1998 comenzaran las negociaciones con la administración norteamericana, la Secretaría de Estado del Ministerio de Comercio Exterior de España, en la cual se integra el SOIVRE, ha desempeñado un papel fundamental.
De igual manera subraya la colaboración de la AFI (Association of Food Industrias), que representa al sector importador americano. Para la industria española de aceituna de mesa los beneficios son claros: mejora sustancial del servicio al cliente al evitar las demoras que sufre actualmente la importación en EEUU, una importante reducción de costes para las empresas y un prestigio evidente para el sector.
“Con el sistema actual de inspección en destino sufrimos retrasos y paralizaciones en la aduana y en muchos casos nos vemos obligados a tener un inventario de productos muy superior al que se necesitaría si el proceso de importación se desarrollara con fluidez, así que una vez entre en funcionamiento el convenio, ganaremos en agilidad y obtendremos un ahorro considerable”, comenta De Mora. De hecho, y según ASEMESA, este ahorro en costes derivados de la homologación del sistema se traducirá, anualmente, en 3 millones de dólares.