La pérdida desconocida cuesta actualmente al comercio minorista una media del 1,6% de la facturación anua, según ADT, proveedor de soluciones de seguridad y anti-incendios, que ha puesto en marcha una campaña informativa dirigida a ayudar al comercio a reforzar sus medidas de seguridad y facilitar la prevención del hurto.
Los datos de que disponen las compañías de seguridad permiten trazar un perfil general sobre cómo se realizan las sustracciones en comercios. En palabras de Rubén García, director de ventas Retail de ADT, “la mayor parte de los hurtos son de pequeño volumen pero con un alto valor, con especial preferencia por perfumes, baterías, cuchillas de afeitar, productos electrónicos, alimentos envasados al vacío, música, videojuegos y ocio. Normalmente se producen durante el fin de semana y en las horas de mayor afluencia de compradores”.
García apunta también que “los hurtadores habituales realizan un rápido análisis de las medidas de seguridad para detectar posibles fallos y buscan su oportunidad en aquellos establecimientos donde las medidas de seguridad son mínimas o inexistentes”.
Con la campaña de Navidad y las rebajas de enero a la vuelta de la esquina, el mayor flujo de personas, la aglomeración en las tiendas, incremento de las transacciones y las urgencias de compra se incrementan las oportunidades de robo.
Además, según los datos del estudio anual de ADT, “Prevención de pérdidas 2010: los minoristas luchan por evitar la reducción de beneficios en tiempos difíciles”, el hurto interno por parte de los empleados continúa siendo la mayor fuente de pérdida para el sector, tanto en operaciones de caja (como anulaciones o depósitos) como en el almacén.
Asimismo, el estudio de ADT muestra como el desafío fundamental para el sector minorista, además de mejorar los márgenes, es el de reducir la perdida desconocida -que cuesta al comercio una media del 1,6% de su facturación-, sobre todo cuando existen medidas de seguridad que pueden ayudar a lograrlo.