Desde 1960, hace ya medio siglo, Reny Picot ha sido una referencia en el panorama de las industrias lácteas españolas. Aunque el nombre tenga un inequívoco sabor francés, ILAS es una empresa española al 100% que nació hace ahora medio siglo.
Hace ya 50 años, Francisco Rodríguez, el actual presidente de la compañía, y Pablo Mayoral aportaron 150.000 pesetas para poner en marcha una fábrica de quesos en un antiguo salón de baile de la localidad asturiana de Anleo.
El presidente de Reny Picot guarda perfectamente en su memoria aquel 23 de marzo de 1960: “Mi recuerdo más vivo es el de los vecinos de Anleo esperando impacientes a que comenzáramos a recibir la leche que ellos aportaban, sirviéndose de toda suerte de recipientes: botellas, cacerolas, jarras… Todos estaban frente a la puerta de la fábrica, que se abrió a las ocho en punto de la mañana”.
Para poder poner en marcha su empresa, Francisco Rodríguez hubo de enfrentarse a otras empresas del sector y hasta al entonces poderoso Sindicato Provincial de Ganadería de Asturias. “Eran tiempos en que la concepción de la economía reposaba en el proteccionismo de lo previamente existente. También en la industria. Así es que hay que aceptar aquella oposición a que se nos concediera la licencia de apertura industrial como parte de las reglas del juego”, recuerda el presidente de Reny Picot
Asturiano de nacimiento, Francisco Rodríguez se marchó a Madrid cuando sólo tenía un año de edad, pero siguió yendo a veranear a Asturias. Finalizados sus estudios de Económicas, entró a trabajar en el negocio familiar, la empresa Mantequerías Rodríguez, cuya fábrica de El Escorial sigue formando parte de ILAS. Fruto de sus constantes viajes a Asturias, puso en marcha el germen de lo que, medio siglo después, se ha convertido en el más importante grupo lácteo de origen español.
Reny Picot, la marca comercial para los productos fabricados por ILAS, va ligado a la elaboración de aquellos primeros quesos: “nuestro primer producto fue un queso Camembert, al que, por razones obvias, había que dar cierto aire francés. A ello me ayudó el hecho de que yo era bilingüe, por haberme llevado mis padres al Liceo Francés de Madrid cuando tenía cinco años. Todo en la vida está mezclado y es fruto de la circunstancia de cada cual unida al yo de cada cual”. De aquel 23 de marzo de 1960, Francisco Rodríguez guarda todavía, medio siglo después, la hoja de fabricación de aquellos primeros quesos que vieron la luz en el viejo salón de baile de Anleo. Con el paso de los años, ILAS se ha convertido en una gran empresa, una de las punteras del sector lácteo europeo. Una evolución que, en aquella mañana de hace cincuenta años, el Presidente de Reny Pictor ni siquiera podía imaginarse: “La perspectiva, entonces, era más corta. Estoy por decir que nos conformábamos con llegar a fin de mes…”.