Ante la posibilidad de que el Ejecutivo se esté planteando una subida de los impuestos especiales (IIEE) que gravan el alcohol, la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) desea expresar su preocupación debido a la grave repercusión que esta medida tendrá en el sector de los destilados, ya que provocará una considerable caída en el consumo en una industria que ya sufre un fuerte retroceso: 12% en 2009, índice que sucede al retroceso del 11,2% experimentado en 2008.
Una subida de los IIEE se añadiría a la ya prevista, a partir del próximo 1 de julio, en el IVA aplicado a los destilados, multiplicando de este modo los efectos adversos, muy superiores a la pretendida subida de la recaudación. En efecto, FEBE cree que la caída del consumo, estimada en un 10% en 2010 antes de conocerse la posibilidad de una subida de los IIEE, podría acelerarse y llegar hasta el 13%. Ello, a su vez, provocará un impacto neutro o incluso negativo sobre la recaudación debido a la previsible reducción en el consumo. Asimismo, desde el sector se estima que esta medida produzca una amplia destrucción de puestos de trabajo, con el consiguiente aumento del gasto por subsidio de desempleo y la caída de otros impuestos, como el IRPF o el Impuesto de Sociedades.
El efecto negativo trasciende al sector de bebidas espirituosas. Según Jaime Gil-Robles, director ejecutivo de FEBE, “turismo y hostelería son dos mercados directamente ligados al de las bebidas espirituosas. Las diferentes subidas de impuestos especiales de años anteriores ya tuvieron consecuencias directas en el turismo, ya que se estima que alrededor del 13% del gasto total de los turistas que visitan España se destina al consumo y disfrute de bebidas espirituosas”.
El impacto sobre el nivel de empleo se prevé importante. En la actualidad, las bebidas espirituosas sostienen cerca de 205.000 puestos de trabajo, entre los directamente imputables a la industria (10.000) y los vinculados dentro de la hostelería, la restauración y el ocio nocturno, entre otros subsectores. Todos ellos sufrieron un acusado ajuste en cuanto a puestos de trabajo a lo largo de 2009. Según estimaciones de FEBE, la doble subida de IVA e IIEE puede provocar un recorte adicional entre todos ellos de unos 37.000 empleos.
Según fuentes internas del sector, las caídas del 12% sufridas en las ventas de bebidas espirituosas en 2009 y del 11,2% en 2008 sucedieron a las registradas en los ejercicios inmediatamente anteriores, de entre el 3% y el 4%. Así, las previsiones del sector para el presente año siguen sin presentar un panorama optimista que haga pensar en un repunte económico.
En palabras de Gil Robles, “las perspectivas para este ejercicio no son mejores; incluso en un escenario de mantenimiento de la fiscalidad, las cifras del sector serán con total seguridad peores que las de 2009. Una aprobación de subida de impuestos no haría sino agravar la situación, dibujando un escenario absolutamente inasumible para el sector, necesitado en realidad de una bajada de impuestos”.
FEBE es plenamente consciente del momento económico del país y del impacto de la crisis en los niveles de recaudación. Según datos de la Agencia Tributaria, en 2009 se recaudaron 802 millones de euros por impuestos especiales sobre bebidas espirituosas, un 11,1% menos que en 2008.