El grupo internacional de alimentación Calvo logró en 2018 una facturación de 583,1 millones de euros y un Ebitda de 39,4 millones de euros. De este modo, la compañía volvió a incrementar el volumen de producto elaborado vendido, hasta las 103.467 toneladas.
Gracias a estas cifras, el fabricante de conservas de pescado mantiene su posición líder en Brasil y en España, donde ha aumentado casi un punto su cuota de mercado en el mercado de mejillón y de atún en conserva, tal y como ha destacado en un comunicado.
En concreto, el Ebitda ha quedado por debajo los 50 millones logrados en 2017 debido al descenso de los precios de la materia prima atún y de la subida del precio del combustible, con su consiguiente impacto en los resultados de su división de flota; y por un estancamiento generalizado del consumo en Brasil y Argentina unido a la depreciación de la moneda de ambos países. No obstante, mejoró su resultado antes de impuestos en un 2,3%.
Para el consejero delegado del Grupo, Mané Calvo los resultados son satisfactorios “teniendo en cuenta la complicada situación del mercado brasileño y la depreciación de la divisa. En 2018, hemos mantenido nuestro liderazgo en el país suramericano y contrarrestado el descenso de ventas en él con la positiva evolución de nuestras operaciones en España y en el resto de Europa, donde hemos logrado avances muy importantes tanto en ventas como en rentabilidad, gracias a la apuesta mantenida por la innovación y por la eficiencia operativa y tecnológica de nuestros centros de producción”.
La apuesta por el desarrollo de nuevos productos y formatos y por la eficiencia en la fabricación ha resultado “clave como palanca de crecimiento” en un mercado, como el europeo, muy competido. Asimismo, la innovación ha sido clave en el positivo desarrollo de las ventas en España, especialmente con el impulso de su gama Ecolínea.