En el marco de la Estrategia de plásticos de la Unión Europea, a solicitud de la Comisión Europea, la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) evaluó los riesgos para la salud y el medio ambiente que representan los microplásticos agregados intencionalmente y concluyó que una restricción a nivel de la UE estaría justificada.
El informe cubre una variedad de sectores, desde la industria cosmética hasta la agricultura y la construcción. Asimismo, revisa la información científica disponible sobre los peligros de los microplásticos, identifica sus usos y emisiones e intenta evaluar sus riesgos en estas áreas.
Karmenu Vella, comisionado de Medio Ambiente, Pesca y Asuntos Marítimos, ha señalado al respecto que “me complace ver que el trabajo para restringir los microplásticos agregados intencionalmente a los productos está progresando. La UE es la primera en abordar todos los microplásticos agregados intencionalmente en los productos, y no solo las microperlas utilizadas en los cosméticos. Esto es parte de nuestro enfoque integral para abordar los microplásticos, que son potencialmente dañinos para la vida marina, y entran en nuestra cadena alimentaria, con impactos aún desconocidos para la salud humana".
Por su parte, Elzbieta Bienkowska, comsionada de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y PYME ha señalado que “la UE se compromete a reducir los microplásticos y la investigación de la ECHA es un primer paso esencial para abordar los microplásticos que se usan intencionalmente en los productos. Existen alternativas disponibles para reemplazar los microplásticos. Necesitamos una estrecha cooperación con la industria para lograr una verdadera economía de plásticos circulares”.
Los microplásticos que son motivo de restricción tienen una amplia gama de aplicaciones de consumo y profesionales en múltiples sectores. Se utilizan en productos cosméticos, detergentes y productos de mantenimiento, pinturas, tintas y recubrimientos, materiales de construcción y productos medicinales, así como en otros productos utilizados en la agricultura y horticultura y en los sectores del petróleo y el gas.
A partir de la publicación de hoy, el informe será examinado por los comités de la ECHA, incluida una consulta pública durante seis meses. Los sectores afectados por la restricción deben seguir de cerca el proceso y presentar su contribución durante la consulta pública. Los Comités de la ECHA formularán sus opiniones y las enviarán a la Comisión Europea, prevista para la primavera de 2020 quien puede entonces proponer la modificación del Reglamento REACH.