La subida de impuestos que aprobó el Ejecutivo el pasado año y que entrará en vigor en julio de 2010 supone otro jarro de agua fría para el sector exportador y agrícola. De un lado, el aumento del 16 al 18% del IVA general incrementará a su vez los costes de producción y menguará los márgenes de los exportadores. De otro, el incremento de este impuesto indirecto retraerá aún más el consumo de frutas.
Por si fuera poco, tal y como apunta el presidente de Ibérica Hortofrutícola, Juan de Dios Hernández, “también tenemos la subida de las cotizaciones sociales en un 2%, más la subida de casi el 4,5% de sueldos y salarios; ésta última constituye un despropósito y un disparate, así como la falta de responsabilidad para las partes que firmaron este convenio, dado que la situación en la que nos encontramos es muy grave”.
Además, desde esta Asociación se quiere puntualizar que con todos estos acontecimientos “estamos consiguiendo dar paso a otros países productores que no tienen o no cumplen las normativas comunitarias vigentes y, por último, perder mercados potenciales de consumo que tantos años de trabajo y sacrificio nos ha costado mantener”.