Un 31% de los consumidores ya utiliza los puntos de comida preparada, siempre y cuando los encuentre en la tienda, para, aprovechando que va a llenar la despensa, hacer lo propio con el estómago y no tener que cocinar, según el informe “La búsqueda de la conveniencia” de Nielsen.
Además, un 19% está dispuesto a sumarse a esta tendencia de la comida preparada si la encontrara en alguno de sus establecimientos habituales.
Por otra parte, esta conveniencia ligada al dónde hacemos la compra se asocia principalmente con factores como la ubicación cercana, ya que a un 44% les influye para elegir tienda; con una disposición de los artículos en la tienda que facilite el acto de compra (condiciona a un 41%); o bien con que el paso por caja sea rápido (a un 35%).
Del mismo modo que la conveniencia se asocia al lugar de compra, también lo es al producto, señala el informe de Nielsen, pues hay una demanda creciente de productos fáciles y simples que ayuden al consumidor. En este sentido, en torno a tres de cada diez quieren más productos que le sean cómodos y que le hagan la vida más fácil. Además, cerca de un 20% pide más artículos con unas dimensiones más adaptadas a su hogar, cada vez más pequeño.
Los cambios en los hábitos de los consumidores y su tendencia hacia la conveniencia tiene en la tecnología a su gran catalizador. Internet, y gracias al móvil, permite el “lo quiero ahora y ya”, por lo que cada vez es más frecuente que el consumidor busque en la red los productos o servicios que necesita en cualquier momento y lugar.
En el caso de la alimentación, en cambio, aún está en fase de despegue. Cerca de dos de cada diez ya hacen en algún momento la compra desde su ordenador, que es el dispositivo más utilizado para ello, si bien en el caso de los frescos son menos los que ya han probado el “súper” online, un 11%.
Según la experta en distribución de Nielsen, Ana Fernández, “el siguiente paso, y que ya empieza a ser una realidad, es una interacción física y online a través del móvil en la tienda, logrando una experiencia de compra mucho más personalizada y que aporta valor al consumidor. Más que hacer la compra, iremos de compras, a comer y aprovechar para hacer otras gestiones diarias. En la actualidad, el móvil suele ser una herramienta de ayuda para comparar precios e informarse de productos, pero en pocos años será el nexo entre tienda y cliente, y recibirá información de artículos, sugerencias, promociones, etc., de forma sutil y poco invasiva”.