La industria cárnica, cuarto sector industrial de España y que cuenta con un tejido industrial constituido por cerca de 3.000 empresas distribuidas por toda la geografía española, estará representada en la única Feria de la Península Ibérica dedicada de forma monográfica a esta sector: la Feria del Sector Cárnico, Meat Attraction. El Salón, coorganizado por Ifema y la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España Anice, celebrará su segunda edición la próxima semana, del 18 al 20 de septiembre próximos, en la Feria de Madrid.
La producción conjunta de todas estas empresas hace que la industria cárnica ocupe con diferencia el primer lugar de toda la industria española de alimentos y bebidas, representando una cifra de negocio de 24.000 millones de euros, el 22,3% de todo el sector alimentario español, en 2017, según datos de Anice.
Esta cifra de negocio supone aproximadamente el 2,2% del PIB total español (a precios de mercado), el 13,6% del PIB de la rama industrial y el 4,1% de la facturación total de toda la industria española. El empleo sectorial directo de estas empresas, 85.706 trabajadores, representa el 24,3% de la ocupación total de la industria alimentaria española.
Además, un dato muy relevante es que la industria cárnica exportó el pasado año más de 2,3 millones de toneladas de carnes, despojos y productos elaborados de todo tipo, superando por primera vez los 6.000 millones de euros vendidos en mercados de todo el mundo, con una balanza comercial muy positiva del 477%, un dato que muy pocos sectores económicos relevantes pueden presentar, y que contribuye a paliar el tradicional déficit comercial de nuestro país.
El mercado español de productos cárnicos
España es uno de los países con una tradición más rica en la elaboración y consumo de los más variados embutidos y jamones. Por tipos de productos, las preferencias del consumidor español están encabezadas por los jamones curados, serranos e ibéricos, que son los reyes de la producción cárnica de nuestro país. Los jamones serranos procedentes de cerdos de capa blanca y los jamones de cerdo de raza ibérica superan el 30% del valor de los productos comercializados en los canales de libreservicio y especializados.
En términos de volumen, la familia de fiambres cocidos ocuparía la primera posición en la cesta por delante de los jamones curados, gracias sobre todo al espectacular crecimiento que el fiambre de pavo ha experimentado en los últimos años. Les siguen en las preferencias del consumidor los jamones cocidos, las salchichas y el chorizo.
En el año 2017, el consumo en el hogar de carnes y elaborados cayó un 1,4% en volumen, pero habría subido un 1,1% en valor, volviendo a la recuperación en algunos precios que había apuntado el año 2015, según los datos recogidos en el último panel de consumo del Ministerio de Agricultura, que presenta un comportamiento en la categoría de carnes más acusado que la cesta global de alimentos y bebidas de los hogares, que cae solo un 0,7% en volumen pero mantiene un incremento del 0,6% en valor.
Según estos datos del Ministerio, todas las carnes frescas cayeron en volumen (-2,2%) mientras que en valor subieron cerdo (+2,5%), pollo (+0,8%) y conejo (2,2%), y volvieron a caer la carne de vacuno (-1,6%) y la de ovino/caprino (-2,2%). Por su parte, las carnes congeladas crecieron un 1,3% en volumen y un 2,7% en valor. El comportamiento más positivo fue para las carnes transformadas, que en ese periodo progresaron tanto en volumen (1,0%) como en valor (+1,9%).