El consumo de pan en el hogar alcanzó un volumen de 1.483,8 millones de kilogramos, lo que supone un descenso del 2,4% con respecto al año anterior. De este modo, se mantiene la tendencia descendente de los últimos 10 años, con una caída acumulada de casi un 20%.
El consumo total de pan en España se cifra en cerca de 40 kilogramos por persona al año, de los cuales el 88% se consume dentro del hogar y el 12% en la restauración, lo que define el valor total del gasto que los hogares españoles destinan a este segmento, cifrado en 3.562,9 millones de euros, es decir, un 3,2% menos con respecto al ejercicio anterior, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, presentados por Fernando Burgaz, director general de la Industria Alimentaria.
Según estos datos, los españoles prefieren pan fresco o congelado, con una cuota del mercado del 81,4%, es decir, 1.207,9 millones de kilogramos, frente a los panes industriales, que con un total de 275,9 millones de kilogramos, logra una participación del 18,6%. Sin embargo, los datos del ministerio revelan un crecimiento de los panes industriales en detrimento de los frescos.
En cuanto al consumo per cápita en el hogar, los españoles adquirieron 32,5 kilogramos por persona y año, repartidos entre el pan fresco o congelado (26,4 kilogramos), industrial fresco (4,2 kilogramos) y el pan industrial seco (1,7 kilogramos). Por su parte, el gasto se cifra en 78,1 euros, de los que más de 60 euros por persona al año corresponden a los frescos y congelados. El consumo de bollería y pastelería, por otro lado, ha crecido hasta los 267,9 millones de kilogramos, según revelan desde el Ministerio.
Por Comunidades Autónomas, Andalucía es la que más pan consume con 283 millones de kilogramos, aunque registre un descenso con respecto a 2016. Galicia, Murcia, Baleares, Canarias y Madrid son las Comunidades que crecen frente a los retrocesos del resto.
En cuanto al desperdicio alimentario, Burgaz ha asegurado que el pan supone en torno al 6% de los productos que van a la basura. Es decir, “de todo el pan que compramos, el 5,4% termina en la basura, lo que supone una tarea en la que debemos trabajar”.
Asemac
Los datos de la Asociación española de la industria de panadería, bollería y pastelería (Asemac) revela que en 2017 la producción de pan, bollería y pastelería alcanzó un volumen de 957,6 millones de kilogramos, lo que supone un incremento del 3,4% con respecto al año anterior "debido a la consolidación del sector y a la actuación de las grandes empresas que han adquirido a pequeños operadores", asegura Felipe Ruano, presidente de Asemac. "Se trata de datos buenos porque lo importante es seguir creciendo, ya que si sigues creciendo siguen creciendo las inversiones, la ilusión y la innovación", explica el presidente de la patronal.
En términos de facturación, las ventas se elevaron a 1.301,9 millones de euros, un 4,1% más que en 2016, gracias al buen comportamiento de la bollería y pastelería que crecen un 4,4%, frente al incremento del pan (3,9%). "Esta evolución no se debe a un incremento de precios, sino a una mayor demanda de productos de mayor valor, es decir, productos más sofisticados con semillas o fibras, lo que hace incrementar el precio medio del mercado", comenta Ruano.
Actualmente, el mix de producción entre panadería y bollería y pastelería varió, ya que el 17,8% del volumen corresponde a la segunda categoría, frente al 82,2% de los productos de panadería.
En 2017, las empresas asociadas elaboran productos por un valor cercano al 23,8% del total de productos de panadería y al 33,8% del total de los productos de pastelería y bollería consumidos en España.