El 67% de los comercios españoles ya dispone de aparatos TPV físicos o virtuales para aceptar pagos digitales, lo que supone un crecimiento del 5,5% con respecto a 2016 y consolida al sector como el de mayor aceptación de pagos electrónicos dentro de las compañías españolas que facturan menos de un millón de euros.
En concretoe, un 66,5% de la muestra afirma tener un TPV en formato físico, un 5,7% más que en 2016, y un 7,3% dispone además de uno virtual, para que sus clientes puedan hacer sus compras a través de su página web, según revela el último Barómetro de medios de pago para negocios 2017 de Mastercard.
Por área de actividad, las tiendas de ropa son las que registran una mayor aceptación del pago con tarjeta, ya que más de nueve de cada 10 (93,5%) disponen de algún dispositivo para que sus clientes realicen sus compras de manera electrónica. Destaca especialmente su apuesta por el TPV virtual (11,6% de penetración), porcentaje altamente superior al de otros sectores. También los restaurantes y puestos de comidas muestran una gran acogida al pago electrónico, ya que un 81% de ellos cuenta con dispositivos TPV, lo que mejora la experiencia de compra de sus consumidores.
Fruto de la apuesta de las empresas por fomentar el pago electrónico, también se ha incrementado de manera progresiva el porcentaje de ventas que se realizan con tarjeta. Actualmente, se sitúa en 44,9%, lo que supone un aumento del 16,9% con respecto a los datos de 2016, cifra que pone en relieve el creciente deseo de los clientes de prescindir del efectivo en sus pagos cotidianos.
Si bien este porcentaje aumenta en todos los sectores de actividad, en este caso, los profesionales liberales (entre los que se encuentran juristas, contables, servicios técnicos, publicidad, educación o sanidad, entre otros) lideran la proporción de pagos con tarjeta, que se produce en la mayoría (un 52,1%) de las transacciones, 17,6% más que en 2016. Crece, asimismo, el importe promedio de las compras con tarjeta, que se sitúa en 135 euros por pago, 32 euros más que dos años atrás. En el caso del efectivo, el importe medio de las compras es inferior, y se sitúa en 97 euros.
La comodidad, la rapidez y la facilidad del pago son los principales motivos que citan las compañías del estudio para apostar por la aceptación del pago con tarjeta en sus negocios, en un 74,8% de los casos. Más de la mitad (un 57,3%) aluden a que los clientes demandan este medio de pago y un 52% afirma que facilita las ventas. Por último, las pequeñas empresas cada vez tienen más en cuenta la seguridad como una de las principales ventajas de las alternativas al efectivo y este año un 15,1% de ellas la citaban entre sus principales motivaciones para aceptar las tarjetas, un 101,3% más que hace dos años.