La tasa anual del índice de Precios de Consumo (IPC) se ha disparado un 2,1% en mayo, un punto superior a la registrada el mes anterior, debido a la subida de los carburantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los alimentos y bebidas no alcohólicas presenta una variación del 2%, cuatro décimas superior a la del mes anterior. Destacan en esta evolución la estabilidad de los precios de las legumbres y hortalizas, frente a la bajada del año pasado, y la subida de los precios de las frutas, mayor que la registrada en 2017.
Cabe señalar también la influencia negativa de los precios de la carne, que suben menos este mes que en mayo del año pasado, y el descenso de los precios de los aceites y grasas, que aumentaron en 2017.
La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta tres décimas hasta el 1,1%, con lo que se sitúa un punto por debajo de la del IPC general.
La tasa anual del IPC aumenta en todas las comunidades autónomas en mayo respecto a abril. Los mayores incrementos se producen en Principado de Asturias, Comunidad Foral de Navarra y Castilla–La Mancha, con subidas de 1,3, 1,2 y 1,2 puntos, respectivamente. Por su parte, Canarias, Galicia y Extremadura son las comunidades donde menos aumenta la tasa anual, con subidas de seis, ocho y ocho décimas, respectivamente.