Cada vez son más los usuarios que apuestan por una copa de vino y parece que el blanco está de moda. Así, el incremento en el consumo de vino blanco es el más significativo, con un 7%, y la tendencia sigue aumentando, según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura y recogidos por Corporación Vinoloa.
Las mujeres son los usuarios que más se animan a pedir este tipo de bebida por el sabor afrutado y dulce que predomina en el vino blanco, así como por los beneficios que tiene en la salud, como por ejemplo, la mejora de la salud cerebral ya que contiene ácido fenólico que protege de las enfermedades neurodegenerativas.
“Durante los últimos años estamos observando cómo la tendencia está cambiando. Mientras que de forma tradicional el vino tinto ha sido la elección preferida, hoy vemos cómo el blanco se está ganando su espacio”, afirma Antonio Camacho, presidente de Corporación Vinoloa.
La tendencia también está cambiando entre los más jóvenes: hasta hace unos años, los mayores de 50 años eran los más aficionados a este tipo de vino; mientras que, hoy en día, son los consumidores entre 25 y 34 años los que prefieren una copa de blanco a una de tinto (45,8%).
Además de la gran variedad que nos encontramos, otra de las razones que hace que el vino blanco se esté convirtiendo en uno de los vinos favoritos de los consumidores es que produce menor malestar tras la ingesta de alcohol, ya que las bebidas alcohólicas de colores claros tienen menos congéneres, la sustancia biológica a la que se considera responsable.
Por otro lado, para los jóvenes es una bebida fresca, suave y afrutada que les resulta perfecta para acompañar al buen tiempo al poderse consumir a bajas temperaturas haciéndola perfecta para refrescarse durante los días en los que el calor aprieta con fuerza. “El blanco es una opción perfecta para los jóvenes puesto que es ligero y tiene un paso por la boca amable que permite disfrutar de una sensación de frescor muy agradable”, concluye Camacho.