Cada vez son más las personas que completan su carro de la compra con platos preparados, la solución perfecta para quienes no disponen de tiempo para la cocina, cuentan con poca práctica culinaria o simplemente prefieren disfrutar más de su tiempo de ocio, lo que ha propiciado un crecimiento de su consumo del 33% en la última década, pasando de los 10,7 kilogramos en 2007, a los 14,2 kilogramos en 2017.
A ello se une que en la actualidad la sociedad se caracteriza por largas jornadas de trabajo, jóvenes que estudian fuera de casa, crecimiento de hogares unipersonales, etc. Por lo que “cada vez hay más motivos para buscar una alternativa de calidad, sencilla y equilibrada que nos ayude a suplir el tiempo que no podemos dedicarle a la cocina y que, además, sea una opción cómoda para ser transportada y, posteriormente, calentada”, tal y como señala la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (Asefapre).
En concreto, los hogares formados por una persona, por parejas jóvenes sin niños, por jóvenes independientes y por retirados y los consumidores que residen en grandes núcleos urbanos de más de 500.000 habitantes son los grandes consumidores de este tipo de platos, porque “son fáciles de preparar y de servir, porque se presentan casi listos para comer y porque, además, garantizan sabor, calidad y nutrición”, explica álvaro Aguilar, secretario general de Asefapre.
Y los productos más consumidos en España son las carnes preparadas, los productos del surimi, las croquetas, lasaña/canelones y anillas a la romana. “El consumidor ha percibido una mejora en la calidad de los productos basada en una elaboración más cuidada, y un esfuerzo por ampliar la variedad de propuestas que cada año se incrementan con nuevos productos preparados que, además de permitirte mantener una dieta sana y equilibrada, suponen un gran ahorro de tiempo”, señala Aguilar.
Y es que, en el lineal de productos ultracongelados el consumidor puede encontrar, según las técnicas de cocinado, desde los productos más tradicionales listos para freír como croquetas, empanadillas, flamenquines, anillas y pescados rebozados o empanados, a aquellos que están listos para calentar al horno como pizzas, canelones y lasañas, los que se preparan en sartén como arroces o salteados, y los rápidos de preparar como los derivados del surimi.
También son importantes las últimas tendencias en el lineal de refrigerados y de temperatura de ambiente, con una oferta focalizada en nuevas recetas con platos ya listos a partir de recetas tradicionales o con nuevos sabores, nuevas texturas, y nuevas ocasiones de consumo. Asimismo, la innovación se ha dirigido a ofrecer nuevos platos al consumidor no solo destinados a la alimentación diaria, sino también creados para ocasiones especiales en las que no se tiene tiempo para cocinar.
De hecho, la preparación de este tipo de platos oscila entre los cinco y 15 minutos en función de las características de cada producto, por lo que comer mal por falta de tiempo ya no será una excusa. En este aspecto, la realidad es que, en los últimos años, se ha producido una disminución del consumo de comidas principales en favor de comidas más rápidas y flexibles, muchas veces fuera de casa o en la oficina, que requieren raciones más pequeñas que sean fáciles de transportar.
En este punto, la aparición de nuevos formatos que se ajustan a los nuevos estilos de vida ha sabido ganarse el apoyo del consumidor. Los envases monodosis, los porcionables y los de tamaño familiar son los más extendidos en el sector de los platos preparados. En cuanto a materiales, ganan presencia aquellos que permiten un correcto cocinado en horno y microondas.