Las ventas de Nestlé el pasado año ascendieron a 89.791 millones de francos suizos, lo que supone un 0,4% más que en 2016, mientras que el crecimiento orgánico fue del 2,4%, según ha informado la compañía en un comunicado.
No obstante, el grupo suizo obtuvo un beneficio neto atribuido de 7.183 millones de francos suizos, lo que representa un retroceso del 15,8% en comparación con el ejercicio anterior, ya que en el cuarto trimestre contabilizó un impacto positivo de 850 millones de francos suizos en relación con la reforma fiscal de EEUU.
Asimismo, afirma que como resultado de esta reforma espera una reducción en sus gastos de impuestos corporativos en los Estados Unidos de alrededor de 300 millones de francos suizos por año, a partir de enero de 2018. “Esto equivale a una reducción de la tasa impositiva subyacente del Grupo de alrededor de 200 puntos básicos desde 2018 en adelante, asumiendo que no haya otros cambios”, explica.
Por otro lado, las desinversiones netas tuvieron un impacto negativo de 1,9%, principalmente debido a la creación de la empresa conjunta Froneri.
Por segmentos, los ingresos de la división de aguas crecieron un 0,2%, hasta 7.955 millones de francos suizos y la facturación del negocio de nutrición aumentó un 0,5%, hasta 10.361 millones de francos suizos, un 0,5% más que en 2016.
Según ha destacado Mark Schneider, CEO de Nestlé, "nuestro crecimiento de ventas orgánicas en 2017 estuvo dentro del rango establecido pero por debajo de nuestras expectativas, en particular debido al débil desarrollo de ventas hacia el final del año. El crecimiento de las ventas en Europa y Asia fue alentador, mientras que América del Norte y Brasil continuaron viendo un entorno desafiante”.
De cara al ejercicio 2018, la multinacional espera que sus ventas orgánicas crezcan entre un 2% y un 4%, mientras que estima que los costes de reestructuración estimados rondarán los 700 millones de francos suizos.