En Europa, las principales medidas de ahorro son gastarse menos dinero en ropa y adquirir marcas más baratas al hacer la compra, según datos del Estudio Global de Confianza de los Consumidores de Nielsen dados a conocer con motivo del Día Mundial del Ahorro.
Respecto a España en concreto, la principal medida de contención de gasto es reducir la factura energética del hogar, en tanto un 60% la pone en práctica con vistas a ahorrar en el presupuesto familiar.
Otra medida habitual en los hogares es reducir las salidas de ocio, algo que hace la mitad de los españoles, si bien sólo un 19% de ellos tiene previsto mantener este hábito cuando la situación económica mejore.
En general, la actitud de los hogares respecto a su presupuesto doméstico está influida por dos aspectos cruciales: el empleo y la renta. De hecho, la preocupación principal de los españoles es la estabilidad en el trabajo, tal como manifiesta uno de cada tres.
No obstante, a medida que las cifras de desempleo descienden y se aprecian mejoras económicas, la confianza para consumir crece de manera exponencial. Así, en el primer semestre del año, el índice de Nielsen cerró en 91 puntos, cinco más que al término de 2016.
No es de extrañar por tanto que las expectativas de los españoles respecto a sus finanzas personales a un año vista sean optimistas, al menos para más de la mitad como refleja el estudio. Asimismo, el porcentaje de consumidores que piensa que el país ya no está en recesión ha escalado 12 puntos porcentuales, pasando de un 24% a finales de 2016 a un 36% en la actualidad.
Según el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez, “si bien está pendiente que las mejoras lleguen a todos los hogares y que el empleo sea de más calidad para permitir una recuperación de las rentas familiares en amplias capas de la población, la confianza de los españoles empieza a situarse en cifras precrisis y esto genera el mejor escenario de consumo de la última década. Hay que aprovechar la oportunidad para revalorizar la oferta y apostar por la innovación, que se va a sustentar en el caso del gran consumo en drivers como la ‘premiumización’, la salud y la conveniencia”.