Un nuevo tratado cuyo objetivo es cerrar los puertos pesqueros a los barcos involucrados en la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (conocida por sus siglas, INDNR), ha sido aprobado por la Conferencia de la FAO, el máximo órgano rector de la Organización de la ONU.
Una vez entre en vigor, será el primer acuerdo legalmente vinculante a nivel internacional centrado en hacer frente a este problema. Será además el único tratado que junto a los Estados de pabellón, responsables en primera instancia de la conducta de los barcos que operan bajo su bandera en alta mar, implica a otros Estados diversos del de pabellón en la lucha contra la pesca INDNR.
El Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto para prevenir, evitar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada entrará ahora en vigor, una vez ha sido ratificado por 25 países.
Los 11 primeros Estados miembros de la FAO firmaron el tratado de forma inmediata tras ser aprobado por la Conferencia. Se trata de Angola, Brasil, Chile, la Comunidad Europea, Indonesia, Islandia, Noruega, Samoa, Sierra Leona, Estados Unidos y Uruguay.
Con su adhesión al tratado, los gobiernos se comprometen a prevenir, disuadir y finalmente eliminar la pesca INDNR, incluyendo tomar medidas para evitar la entrada en sus puertos de los barcos dedicados a la pesca INDNR, impidiendo así que el pescado capturado de forma ilícita entre en el mercado internacional.
“Se trata del tratado internacional más importante sobre la pesca desde el acuerdo sobre poblaciones de peces de 1995 de la ONU”, aseguró Ichiro Nomura, director general adjunto de la FAO del Departamento de Pesca.
“Ya no dependeremos tan solo de la habilidad de las naciones pesqueras para supervisar la conducta de los navíos que operan bajo su bandera en aguas internacionales. Ahora, los países se han comprometido a tomar medidas para identificar, informar y negar el acceso a los infractores a los puertos en que amarran las flotas pesqueras. Se trata de una puerta trasera vital que se les cerrará de un portazo con este nuevo tratado internacional”, añadió Nomura.
Al impedir una gestión responsable, la pesca INDNR daña la productividad de la pesca, y podría llevar incluso a su colapso. Se trata de un serio problema para la gente que depende de estos recursos para obtener alimentos e ingresos.
Entre las actividades ilícitas más comunes de la pesca INDNR figuran el operar sin la autorización apropiada, capturar especies protegidas, utilizar aparejos ilegales o ignorar las cuotas de capturas.