La Consejería de Agricultura la Comunidad Valenciana prevé que la cosecha de cítricos sufra un descenso del 20,3% con respecto a la campaña anterior, hasta los 3,1 millones de toneladas, es decir, 800.000 toneladas menos. En la provincia de Alicante, la cosecha disminuirá un 20,9%; en la de Castellón, un 23,6%; y en Valencia, un 19%.
Entre las causas figuran la alternancia natural que presenta el cultivo de cítricos, así como el efecto de las copiosas lluvias del pasado invierno, que afectaron a las raíces y debilitaron el arbolado, provocando una floración irregular. Las elevadas temperaturas de mayo también influyeron negativamente.
Así lo ha destacado la consejera de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, tras presentar el informe de la previsión del aforo citrícola para la campaña actual a los representantes de sector agroalimentario: AVA, La Unió, Asaja, COAG, FEPAC, UPA, Ailimpo, el Comité de Gestión de Cítricos y la Federación de Cooperativas Agroalimentarias.
El descenso de producción es más acusado en el grupo de mandarinas (-24,1%) que en naranjas (-7,6%) o limones (-16,2%). Las cifras estimadas señalan que la producción de naranjas alcanzará un volumen de 1,5 millones de toneladas, la de mandarinas, 1,3 millones; y la de limones, 246.150. La de pomelos se situará en 25.684 toneladas.
En mandarinas se estima que se producirán cerca de 427.970 toneladas menos que la campaña anterior y destaca el descenso de Clemenules con unas previsiones de 243.225 toneladas menos.
Cebrián ha destacado que la Comunidad Valenciana se mantiene en cabeza en producción y comercialización citrícola, con 3,9 millones de toneladas, solo un 0,3% inferior al primer aforo que se presentó hace un año. Los cítricos valencianos representan el 55,4% de la producción estatal, seguida de Andalucía (29,4%) y Murcia (12,2%).