En 1977 Kellog inició su actividad en España creando su categoría de cereales de desayuno, con lo que este año celebra su 40 aniversario. En la actualidad, un equipo de aproximadamente 400 personas desarrollan su labor profesional en esta compañía en este país.
Durante estos cuarenta años han llegado a España marcas tan reconocidas como Special K, All Bran, Corn Flakes de Kellogg's o Rice Krispies y las conocidas mascotas: el tigre Tony de Froties, la rana Dig'em de Smacks y Coco de Choco Krispies, que ya forman parte de los hábitos de alimentación diarios de los españoles.
Según ha destacado la compañía, a lo largo de estas cuatro décadas “el mercado de cereales de desayuno ha crecido y se ha diversificado, impulsando de este modo la importancia del desayuno, con las marcas de Kellogg manteniendo el liderazgo en el mercado español a través de la innovación”.
Además de la categoría de cereales de desayuno con la que llegó a España, Kellogg comercializa también en nuestro país desde 1999 barritas de cereales para otros momentos del día, como las barritas de Special K. Asimismo, en el año 2012, con la adquisición de la marca Pringles, Kellogg amplió su portfolio al entrar en la categoría de Snacks Salados. Este negocio ha llegado a crecer con porcentajes de doble dígito durante los últimos años.
La planta de producción de Kellogg en España, ubicada en Valls (Tarragona), lleva en funcionamiento desde 1980. En ella se elabora una amplia gama de cereales de desayuno para el mercado español y otros países europeos y de Oriente Medio. Su capacidad de producción es de 80.000 toneladas anuales, lo que supone más de 213 millones de paquetes de cereales de 375 gramos, el tamaño más común.
Precisamente debido a la ubicación de la planta en Valls, durante décadas Kellogg ha utilizado arroz producido en España como materia prima para la elaboración de cereales de desayuno, entre otros Choco Krispies y Special K. A este respecto, en 2012 Kellogg puso en marcha en España el programa Origins, con el objetivo de optimizar los recursos, mejorar la rentabilidad y reducir el impacto medioambiental de los cultivos de arroz. Así ayuda a los agricultores de la región del Delta del Ebro y de la zona arrocera de Valencia a utilizar las mejores prácticas agrarias en sus arrozales, compaginando sus intereses con los de su entorno.
La sostenibilidad medioambiental y la lucha contra el hambre son los ejes sobre los que Kellogg trabaja dentro de su iniciativa global de responsabilidad corporativa Breakfasts for Better Days. Como parte de esta plataforma Kellogg puso en marcha en 2011 en España el programa “Todos a Desayunar” con el objetivo de ofrecer un desayuno completo a niños de tres a 12 años que por su situación socioeconómica van al colegio sin desayunar. Durante el curso escolar que ahora finaliza más de 1.000 niños han desayunado cada mañana en España gracias a este programa en el que participan 15 colegios repartidos por 9 ciudades españolas.