La Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega cerró el pasado ejercicio 2016 con un aumento de sus principales magnitudes por encima del 4%. Así, el volumen de negocio en primera venta, teniendo en cuenta las transacciones comerciales realizadas entre la industria y la distribución, fue de 117 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 4,4% respeto del año anterior.
Estas cifras han sido presentadas por el presidente de esta entidad Jesús González Vázquez, quien ha comunicado también la nueva constitución del Consejo Regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia y la toma de posesión de los vocales de su Pleno.
En concreto, a nivel socioeconómico, Gonzáles Vázquez también reveló que el pasado año crecieron las ganaderías inscritas en la IGP un 4%, alcanzando las 8.154, debido a la consolidación de la denominación en el sector y al cambio de orientación productiva leche-carne. En la actualidad, en la IGP están inscritas y activas 102 industrias y comerciales cárnicas, las más significativas de las que existen en Galicia para la carne de vacuno, en la categoría ternera.
El número de terneros identificados por Ternera Gallega fue de 126.251 cabezas, lo que supone un incremento del 4,1% con respeto al año anterior, centrado sobre todo en las explotaciones tradicionales con vacas madres. En cuanto al número de canales certificadas, el aumento fue considerable, un 4,6% alcanzando las 93.835. Y en lo relativo al volumen de carne comercializada bajo el sello de Ternera Gallega, también aumentó notablemente, un 4,1%, superándose por primera vez las 20.000 toneladas, concretamente 20.687, es decir, 805 toneladas más que en el 2015.
Además, en el 2016 los precios en origen en el conjunto del año estuvieron equilibrados con respecto al 2015, y desde el segundo semestre mantienen una cierta recuperación.
Desde el punto de vista de la distribución territorial, Lugo sigue siendo, manteniendo la tendencia histórica, la provincia de mayor importancia en la IGP, concentrando el 75% de las explotaciones ganaderas inscritas, más del 60% de los terneros registrados y más del 44% de la actividad industrial cárnica de vacuno.
En lo relativo al programa de control que realizan los inspectores y personal del órgano de control y certificación del Consejo Regulador, en el año 2016 se efectuaron 23.608 inspecciones, se tomaron 2.515 muestras y se hicieron 3.081 análisis de sustancias, así como 2.278 pruebas de ADN. El control es la principal actividad del Consejo Regulador, que está acreditado por ENAC como organismo de certificación.
Aumento de la exportación
A nivel estatal, la IGP Ternera Gallega certifica alrededor del 56% de la carne que se comercializa con Denominación de calidad, y según prueban varias encuestas, es la carne más conocida y valorada por los consumidores. A nivel europeo está aceptada como la Denominación de calidad de referencia en el sector cárnico. Su consumo se reparte entre Galicia (43,5%), el resto de España (54%) y la exportación (2,5%), que va aumentando gracias al Plan de internacionalización puesto en marcha por la IGP.
La finalidad de este nuevo sello de calidad, cuyo Reglamento y constitución de su Consejo Regulador provisorio fueron publicados en el Diario Oficial de Galicia el pasado 30 de junio, es proteger, preservar y poner en valor la carne fresca de calidad procedente de las vacas y bueyes que se producen en Galicia, bajo la Indicación Geográfica Protegida Vaca y Buey de Galicia.
Esta carne procederá de las principales razas existentes en la comunidad gallega, como son la Rubia Gallega, Morenas Gallegas (Cachena, Caldelá, Frieiresa, Limiá y Vianesa), Asturiana de los Valles, Limusina, Rubia de Aquitania, Frisona y Pardo Alpina. Esta carne deberá presentarse refrigerada para cumplir las normas de la IGP, sin que pueda ser congelada a lo largo del proceso de obtención y comercialización. La vaca se caracterizará por ser una hembra que haya tenido por lo menos una gestación antes del sacrificio. El buey debe ser un macho castrado antes del año de vida y que supere los 48 meses de edad al sacrificio.
La IGP abarca la totalidad del territorio gallego. Los animales deben nacer, criarse, engordarse, sacrificarse y despiezarse en Galicia, con el objetivo de preservar la especificidad y controlar las condiciones de obtención del producto. Cada fase productiva y tipología del animal se comercializará con un etiquetado específico que favorecerá su identificación en el mercado.
La puesta en marcha de este nuevo indicativo de calidad para el sector de vacuno de carne de Galicia, sumada al sello Ternera Gallega, permitirá mejorar la transparencia comercial y las garantías que se les ofrecen a los consumidores en cuanto a calidad y origen del producto, como factores de innovación que, a su vez, respetan la tradición.
A medio plazo está previsto que se acojan a la nueva IGP Vaca y Buey de Galicia cerca de 10.000 explotaciones ganaderas, se certifiquen anualmente cerca de 30.000 canales y se comercialicen alrededor de 10.000 toneladas de carne de vaca y buey de calidad.