Osborne ha cerrado el ejercicio de 2016 con una caída de la facturación provocada por la finalización del contrato de distribución de Monster Energy Drink. Aun así, la compañía alcanzó unas ventas netas de 216 millones de euros y un Ebitda de 36,3 millones de euros.
El Ebitda ha crecido un 2% gracias al foco en sus marcas propias más importantes –Cinco Jotas, Carlos I, Nordés Gin y Montecillo-, lo que ha compensado la caída de la facturación. El negocio internacional ya representa el 25% de la contribución de la compañía, gracias a la apuesta por las filiales de China y Brasil.
En este sentido, Tomás Osborne, hasta ahora presidente de Osborne, asegura que “los resultados del 2016 demuestran que la apuesta por nuestras marcas estratégicas y por la internacionalización nos permite disfrutar de un negocio cada día más sólido y con mayor potencial de crecimiento”.
Relevo en la cúpula directiva
Tras la Junta General de Accionistas, la compañía ha culminado el proceso de relevo de sus primeros ejecutivos, tal y como se diseñó y comunicó ya hace un año. Ignacio Osborne Cólogan, hasta ahora consejero delegado, asume la presidencia de Osborne, mientras que Fernando Terry Osborne, hasta ahora consejero, asume las funciones de consejero delegado. Por su parte, Tomás Osborne Gamero-Cívico finaliza su labor como presidente de Osborne tras un exitoso mandato de más de 21 años en los que la compañía se ha modernizado sustancialmente, ha renovado su portafolio, se ha diversificado, se ha internacionalizado año a año y ha salido claramente reforzada tras los años más difíciles de la crisis económica.
A partir de ahora, Tomás Osborne será presidente de Honor de Osborne y continuará como consejero del grupo y como presidente de la Fundación Osborne.