La Organización Mundial del Comercio (OMC) prevé para 2017 un crecimiento del comercio mundial del 2,4% aunque destaca que la “profunda incertidumbre” sobre la evolución a corto plazo de la economía y de las políticas aumenta el riesgo de la predicción, lo que sitúa esa cifra dentro de una horquilla comprendida entre 1,8% y 3,6%.
Para 2018, esta entidad prevé un crecimiento del comercio de entre 2,1% y 4%. Se registra, pues, un aumento tras un crecimiento muy débil, del 1,3%, en 2016, al acelerarse también este año el crecimiento del PIB mundial, al 2,7% frente al 2,3% del año pasado.
Es impredecible conocer la evolución de la economía mundial en el futuro próximo y la incertidumbre sobre las medidas que tomarán los gobiernos en relación con las políticas monetarias, fiscales y comerciales lo que aumenta el riesgo de contención de la actividad comercial. Un repunte de la inflación que redunde en un incremento de los tipos de interés, endurecimiento de las políticas fiscales e imposición de medidas restrictivas del comercio son factores que podrían desacelerar el crecimiento del comercio durante los dos próximos años.
“El escaso crecimiento del comercio internacional registrado en los últimos años refleja en gran medida la persistente debilidad de la economía mundial. El comercio puede fortalecer el crecimiento mundial si la circulación de mercancías y el suministro de servicios a través de las fronteras se mantienen en general sin trabas. No obstante, si los encargados de la formulación de políticas tratan de hacer frente a las pérdidas de puestos de trabajo en sus respectivos países mediante la imposición de rigurosas restricciones a la importación, el comercio no puede contribuir a impulsar el crecimiento y puede incluso representar un lastre para la recuperación”, ha señalado el director general de la OMC, Roberto Azevêdo.
Asimismo, el logro de estas previsiones de crecimiento depende en gran medida, tal y como asegura la organización, de que el PIB mundial crezca en la línea de las previsiones de 2,7% para este año y 2,8% para el año próximo. “Aunque hay expectativas razonables de que puedan alcanzarse esas tasas, una expansión de ese orden entrañaría una mejora considerable respecto al crecimiento del 2,3% del PIB en 2016”, destaca.
“En 2016, los mediocres resultados del comercio, que creció solo en un 1,3%, se debieron en parte a factores cíclicos, al desacelerarse la actividad económica en general, pero obedecieron también a cambios estructurales más profundos en la relación entre el comercio y las actividades de producción”, señala en su informe la OMC, que añade que “los componentes de mayor intensidad comercial de la demanda mundial mostraron especial debilidad el año pasado, ya que el gasto de inversión se desplomó en los Estados Unidos, y China prosiguió su búsqueda de un nuevo equilibrio económico promoviendo el consumo en detrimento de la inversión, lo que frenó la demanda de importaciones”.
Crecimiento más fuerte en el primer semestre de 2017
En concreto, los indicadores manejados por este organismo apuntan a un crecimiento más fuerte del comercio en el primer semestre de 2017, aunque advierte que las perturbaciones relacionadas con las políticas podrían fácilmente debilitar las recientes tendencias positivas. De este modo, un repunte imprevisto de la inflación podría obligar a los bancos centrales a endurecer la política monetaria más rápidamente de lo que desearían, lo que reduciría el crecimiento económico y el comercio a corto plazo.
También podrían influir otros factores, como la incertidumbre causada por la retirada del Reino Unido de la Unión Europea, destaca la OMC, que añade que “al mismo tiempo, la posibilidad de un incremento en la aplicación de políticas comerciales restrictivas podría afectar a la demanda y las corrientes de inversión, y reducir el crecimiento económico a mediano o largo plazo”.