Los puertos españoles movieron por sus instalaciones cerca de 510 millones de toneladas en 2016, de los cuales 8,5 fueron frutas, hortalizas y legumbres. De esa cantidad, cerca del 60%, es decir, casi cinco millones de toneladas, correspondieron al tráfico import-export, lo que convierte a España en el principal suministrador de este tipo de productos.
Así, el Ministerio de Economía ha señalado que el valor de la exportación hortofrutícola española en 2015 ascendió a 11.902 millones de euros, lo que supone un volumen de 12,7 millones de toneladas, con destino, mayoritariamente (93%) a algún país europeo.
En 2016, las mercancías exportadas (de producción nacional) y las que pasaron en tránsito (procedentes de terceros países) por los puertos nacionales sumaron 5,3 millones de toneladas.
Con más de 85 millones de metros cuadrados de superficie terrestre y áreas de depósito, almacenes frigoríficos con cerca de dos millones de metros cúbicos de capacidad, más de 305.000 metros lineales de muelles y conexiones regulares con los principales puertos de los cinco continentes, los puertos españoles son el lugar perfecto para la importación y exportación de productos hortofrutícolas porque cerca del 86% de las importaciones y del 60% de las exportaciones españolas se realizan a través de estos puertos.