El consumo de huevos en España es de 14,4 kilogramos per cápita en 2015, lo que supone unos 222 huevos por persona y año. De ellos, 8,4 kilogramos están comprados por los hogares, siendo casi el 60% del total (unos 133 huevos) huevos frescos.
Cantabria, Aragón, País Vasco y Navarra son las comunidades con mayor consumo, mientras que Extremadura, Canarias, Andalucía y Castilla-La Mancha son las que menos huevos consumen per cápita, según datos del Panel de Consumo Alimentario de 2015 del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
El español valora a la hora de comprar huevos factores como la frescura, el tamaño y precio, por encima de aspectos como el sistema de producción, el envase o la marca, según la encuesta “Huevómetro”, realizada a 2.000 consumidores españoles en junio 2016.
España es autosuficiente en producción de huevos, con una exportación del 20% de su producción.
El tejido productivo del huevo español lo forman 1.100 granjas registradas para producción de huevos de gallina, además de 849 centros de embalaje de huevos y 34 industrias de fabricación de ovoproductos, según los datos oficiales de los Ministerios de Agricultura y Sanidad. Son en general pequeñas y medianas empresas familiares, ubicadas en el medio rural de toda España, que contribuyen a su desarrollo económico con una actividad estable. Un sector moderno y eficiente, que ha realizado importantes inversiones en tecnología y equipamientos.
En 2015, las granjas comerciales españolas alojaban a 41,3 millones de gallinas ponedoras, y la producción de huevos fue 1.097 millones de docenas, con una facturación de 925 millones de euros. El sector del huevo supone el 2% de la producción final agraria y el 6% de la producción final ganadera.
Las principales regiones productoras de huevos son Castilla-La Mancha (27% de la producción), Castilla y León (17,5%), Aragón (11%), Cataluña (8%), Comunidad Valenciana (8%) y Andalucía (6%).
Mar Fernández, directora de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo), destaca que “los avicultores españoles y europeos responden a la demanda de los consumidores aplicando los requisitos del Modelo Europeo de Producción, el más exigente del mundo. Pero su futuro depende de que la sociedad lo conozca y valore, y también de que la UE lo proteja como corresponde en los acuerdos comerciales. Hasta ahora no ha sido así, y eso nos preocupa.”