Actualmente, el consumidor es más activo, concienciado y sensible con el desperdicio de alimentos. De hecho, el 94% de los españoles consideran que el desperdicio de alimentos es un grave problema, lo que justifica que el 87% de los consumidores afirmen estar haciendo ya algo para evitar el desperdicio de alimentos.
Esta es una de las principales conclusiones de la cuarta parte de la “Encuesta de hábitos de consumo 2016” llevada a cabo por las asociaciones de consumidores CEACCU, FUCI, CECU, UNAE y UCA/CAUCE y Mercadona.
Así, el 67% de los consumidores encuestados consideran que la responsabilidad del desperdicio de alimentos es de “todos los eslabones de la cadena agroalimentaria”. De manera particular, consideran que esta responsabilidad es de los consumidores (13%), las administraciones públicas (7%), la hostelería- restauración (5%), el distribuidor (4%) y el productor (3%). En este sentido, los consumidores se sitúan a sí mismos como los principales responsables del desperdicio de alimentos, lo que denota un alto grado de autocrítica.
Por otro lado, los encuestados señalan una mayor sensibilización por parte del consumidor frente al resto. De hecho, la mayoría de consumidores (63%), considera que existe insuficiente sensibilización en las industrias, las empresas comercializadoras o la cadena agroalimentaria en general, siendo este porcentaje del 47% cuando se refiere a ellos mismos.
La sostenibilidad de la cadena es un factor importante para los consumidores encuestados pero, principalmente, por la relación que establece con su salud. Entre los diferentes conceptos objeto de estudio, la salud es con diferencia el aspecto más valorado en referencia a la sostenibilidad de la cadena agroalimentaria (31%). En segundo lugar, y en porcentajes muy igualados, se sitúan la información nutricional (16%) y los impactos ambientales (15%). Más relegados se encuentran aspectos como las relaciones justas de la cadena (13%) o el valor ecológico (8%).