La bodega San Millán se actualiza con una propuesta para seducir a los jóvenes consumidores. Así, con una imagen vintage y angelical irreverencia, la marca lanza tres nuevos vinos para un público de 25 a 35 años.
El grupo ha dotado a estos caldos de una imagen moderna, canalla y divertida. Partiendo de un grafismo retro y de su nombre de santo, en la nueva imagen de San Millán el querubín se convierte en icono de la marca, un guiño al Monasterio de San Millán de la Cogolla, enclave original del primer vino riojano de la marca. Además, se acompaña del lema “It’s good to be good”, algo así como “mola ser bueno”.
La gama inicial la forman tres vinos: un crianza, un reserva de Rioja, y un joven roble de Ribera del Duero. La intención es poder ir ampliando la oferta paulatinamente tanto a nivel nacional como internacional. Con estos productos, se quiere romper el tópico por el cual los vinos de calidad no pueden llegar a ser demandados por los más jóvenes.
Con su relanzamiento, San Millán hace una apuesta ambiciosa por conquistar un público amplio pero poco habituado a consumir vino. Según datos del OeMv, solo un 5,5% de los jóvenes entre los 18 y los 25 años toma vino habitualmente. Una cifra que se sitúa en el 10% entre los que tienen entre 26 y 35 años. Se calcula que en España los Millenials (nacidos entre 1980 y el 2000) la forman alrededor de ocho millones de jóvenes, 51 en Europa. Según la consultora Deloitte, en 2025 constituirán el 75% de la fuerza laboral mundial.