Tras el periodo navideño y las rebajas, el comercio de Barcelona no acaba de despegar. En este periodo, comprendido entre noviembre y enero, los comerciantes catalanes avanzan muy lentamente con una evolución de la facturación y los tiques de caja aún en negativo y una recuperación mucho más lenta de la que se anuncia en otros sectores.
La situación económica general y la realidad de les bajas rentas no favorece a la economía del comercio de proximidad, que pese a las diferentes campañas de rebajas o descuentos, no consiguen, un trimestre más, dejar atrás la crisis, según recoge la última edición del Indicador Comercio de Barcelona (IcoB), creado por ESADE y la Fundación Barcelona ComerÇ.
Así, pese a que los comerciantes reconocen que la afluencia de clientes a las tiendas y su actitud de comprar ha sido mucho más dinámica que en épocas anteriores, convirtiendo los dos datos en los mejores de toda la serie histórica, las visitas no se han traducido en un total de ventas que haya recordado a las buenas épocas, sino al contrario. Los tiques de caja han seguido retrocediendo, un 1% respecto al mismo trimestre del año anterior, igual que la facturación, un 0,8% por debajo, también, respecto al mismo período, octubre-diciembre del 2014.
Frente a estos resultados, el presidente de la Fundación Barcelona ComerÇ, VicenÇ Gasca, explica que "el comercio no hace nada más que reflejar la realidad de la economía de las familias, a las que aún no ha llegado la bonanza anunciada por los datos oficiales."
Respecto a la evolución de la actividad comercial por sectores, los únicos que incrementan el volumen de ventas son la alimentación (+0,3%) y el ocio y la cultura (+0,1%), mientras que el resto de los sectores se mantienen o caen.