El agua, la rentabilidad y los nuevos mercados se sitúan entre los principales retos del sector fortofrutícula para el año 2016, según la Asociación de exportadores hortofrutícolas, Proexport, que realizó balance de los principales asuntos que han afectado a la agricultura murciana en 2015.
El director de Proexport, Fernando P. Gómez Molina, destacó en primer lugar el intenso trabajo realizado por los Gobiernos central y autonómico y por los propios regantes para atender la urgente necesidad de recursos hídricos del sector en un año especialmente seco: “los caudales aportados por el Trasvase Tajo-Segura y los adicionales conseguidos gracias al decreto de sequía, a la depuración y al abaratamiento de agua desalada salvaron in extremis una situación muy crítica”.
En el acumulado de enero a octubre de 2015, la exportación española de frutas y hortalizas frescas ha crecido con relación al mismo periodo de 2014 un 7% en volumen, hasta un total de 10 millones de toneladas y un 14% en valor, situándose en 9.477 millones de euros, según datos de Aduanas.
Cifras positivas que, según Proexport, se verán truncadas en lo que ha rentabilidad se refiere al sumar las ventas de los últimos tres meses de este año, en que las elevadas temperaturas adelantaron el ciclo de los cultivos y provocaron una sobreoferta productiva.
En 2015, la situación con Rusia y las exportaciones de Marruecos afectaron especialmente a la producción española de frutas y hortalizas. La práctica libertad de exportación de Marruecos a la UE, que introduce en el mercado europeo volúmenes cada vez mayores en coincidencia con el calendario de las producciones españolas, unido al veto de Rusia a las frutas y hortalizas europeas, propicia un mercado europeo saturado que anima la especulación de precios a la baja.
En 2016, a juicio de Proexport, “el sector español debe ser muy reivindicativo con la UE para que se siente ya a negociar el levantamiento del veto ruso a nuestras frutas y hortalizas y para que controle en frontera la entrada a la UE de producciones de Turquía, a las que también afectará el veto desde el 1 de enero”.