A medida que aumenta la edad, disminuye la planificación en el punto de venta. Así, mientras un 72% de los compradores de entre 50 y 64 años planifica su compra, a partir de los 65 sólo lo hace un 62%. Es más, un 73% de los seniors (mayores de 65 años) afirma comprar por impulso en el mismo punto de venta en algunas ocasiones, mientras que un 23% asegura hacerlo siempre.
En España, hay una clara tendencia hacia el envejecimiento. El aumento de la esperanza de vida y la baja natalidad ha provocado que, por primera vez en 16 años, se registren más defunciones que nacimientos.
Por ello, AECOC Shopper View, la plataforma de estudios del comprador, analiza en su último informe las características y tendencias del comprador senior; un consumidor con nuevas necesidades y preferencias. Según los datos del estudio, el canal de compra mayoritariamente escogido por los seniors es el supermercado, al que el 94% acude de forma habitual una media de tres veces por semana.
La tienda especializada de barrio es el segundo tipo de establecimiento al que acuden (46%), seguido del mercado (32%). De estos datos se desprende que el comprador senior es el que más actos de compra a la semana realiza, aunque el tamaño de su “cesta” es menor que el de la media.
La cercanía de la tienda, es, en un 51% de los casos, el motivo más importante para elegir su enseña habitual, mientras que la variedad de productos y marcas es el segundo aspecto (33%) que más valoran.
El volumen del producto y las dificultades que encuentran los compradores seniors son claves para entender qué y cómo compran, ya que los seniors buscan productos más pequeños adaptados a sus formatos de familia, habitualmente de dos miembros.
Los participantes del estudio aprecian, en mayor medida, las innovaciones que están directamente relacionadas con atributos destinados a paliar problemas típicos de la madurez, principalmente a través de productos más saludables.
En el caso de platos precocinados o preparados este colectivo valora especialmente que tengan ingredientes más naturales (34%) y, en el caso de postres, lácteos y yogures, que aporten beneficios para su salud (31%). Por lo que respecta a alimentación envasada, las innovaciones se centran en facilitar la manipulación del producto y, en la categoría de droguería y limpieza, los seniors prefieren innovaciones relacionadas con el envase: buen sistema de apertura, tamaño y facilidad del agarre, entre otros.