En lo que va de año, la inversión en locales comerciales ha alcanzado la cifra de 920 millones de euros, lo que supone duplicar el volumen logrado al cierre de 2014, cuando se sumaron 452 millones de inversión en este tipo de activos.
Estos 920 millones suponen un 23% de toda la inversión retail hasta la fecha, que alcanza los 2.669 millones de euros. Se espera que cierre el año por encima de los 3.000 millones, según el último Informe de High Street presentado por la consultora inmobiliaria internacional JLL.
Una conclusión de este estudio es el gran interés internacional que despierta el mercado español, así como la consolidación de la tendencia de recuperación del mercado que ya se vio en 2014. De hecho, a lo largo de este año se han transaccionado un total de 400 inmuebles comerciales.
Madrid y Barcelona siguen siendo la principal puerta de entrada de aquellos operadores internacionales sin presencia de tiendas físicas en España. Sin embargo, la compresión de yields que están experimentando ambas ciudades –las rentabilidades están en torno al 4%-, está provocando que muchos inversores se muestren interesados en otras ubicaciones donde el retorno de su inversión sea más elevado.
En cuanto a la nacionalidad de los inversores, España sigue siendo un trimestre más el país de origen con mayor inversión en el sector retail, con un 40% del total de la inversión, si bien hay que precisar que esto se debe al papel ejercido por las Socimis, que aunque son contabilizadas como inversor nacional, en la mayoría de los casos su accionariado principal es de origen extranjero.
Detrás de España se sitúan EEUU, con un 20% del total, y Alemania, con un 8%, mientras que el 32% restante se encuentra muy repartido entre diversos países como Francia, Brasil, Israel, México y Reino Unido.
Asimismo, en lo referente a la tipología del inversor, los principales protagonistas del mercado High Street han sido los family offices nacionales, así como fondos institucionales y privados internacionales.
Por regla general, los grandes operadores suelen entrar de forma directa en España, con amplios locales y en ubicaciones de prestigio, como muestra de su confianza en el mercado nacional, mientras que otras firmas optan por el modelo de franquicia, ya que la inversión y el riesgo son menores, y les permite testar el mercado un tiempo prudencial – entre 3 y 5 años – antes de decidirse por dicha ubicación. Existen, además, operadores internacionales que han desarrollado una tienda online para el público español como paso previo a la apertura de una tienda física.
En el caso de grandes operadores, tanto nacionales como internacionales ya presentes en España, la tendencia sigue siendo la apuesta por grandes tiendas insignia, las llamadas flagships, como el mejor escaparate para el consumidor.
Otra tendencia del mercado de High Street es la oferta de nuevos servicios dentro de las tiendas, como por ejemplo el llamado click & collect, como se conoce a la recogida en tienda del producto adquirido por compra online, y que, entre otras ventajas, permite al comprador consultar desde la tienda online la disponibilidad de los artículos de interés.