Este año, se observa un arranque lento de las afluencias en la semana del Black Friday con un descenso del 1,3% respecto a 2014, muy probablemente influenciado por las bajas temperaturas de los últimos días y por el desconcierto que han generado las recientes fatalidades en Francia.
No obstante, se espera un repunte significativo a medida que se acerca al gran día, refrendado por diferentes análisis de mercado que esperan un gasto medio del orden de un 10% superior al del año pasado. Y es que cada vez son más consumidores los que aprovechan las ofertas de estos días para resolver parte de las compras navideñas a precios más competitivos.
El Black Friday llegó a España hace cuatro años como un evento empujado por las tiendas online, generalmente más ágiles a la hora de implantar estrategias de marketing digital. En vista del éxito en España, el carro del Black Friday ya no se limita a un día – el 27 de noviembre este 2015 – sino a una semana, para desembocar en el Cyber Monday, con seguimiento de la amplia mayoría de los retailers. Se confirma como un fenómeno global y multicanal, con España a la cabeza de Europa en cuestión de impacto en ventas, solo por detrás del reino Unido, según FootFall.
El año pasado se midió el impacto del Black Friday, con cifras realmente positivas: las afluencias en centros comerciales crecieron un 10,4% durante el fin de semana con un incremento pico del 15,5% el propio viernes negro.