Los supermercados de Asedas hace tiempo que trabajan en el camino del desarrollo sostenible e incorporan a su estrategia empresarial, los objetivos medioambientales del sector, sin dejar de satisfacer con la máxima eficiencia, las demandas de los consumidores.
El sector agroalimentario es el segundo más importante de nuestra economía tras el turismo, por lo que asegurar su sostenibilidad es esencial para garantizar el bienestar de la sociedad. Por ello, los supermercados llevan a cabo múltiples acciones para prevenir los residuos en sus organizaciones.
En esta línea, las empresas han invertido en herramientas informáticas que se han adaptado a los nuevos modelos de venta de productos frescos, que requieren un especial cuidado para evitar el desperdicio. De este modo, pueden conectar en tiempo real la tienda con el almacén para ajustar el pedido el máximo posible mediante la información obtenida de venta y stocks.
Por otro lado, se intenta aprovechar al máximo toda la producción y cuando, por ejemplo, algún producto por razones estéticas no es apto para la venta, pero sí para su consumo, se deriva a otros procesos productivos como pueda ser la producción de zumos, salsa, conservas, etc.
En cuanto al embalaje, se ha procedido a racionalizar mucho su uso en los últimos años. Por ejemplo, las cadenas de supermercados de Asedas han disminuido el grosor del film flejador que utilizan, sin comprometer la seguridad de los productos, se han sustituido las bandejas por materiales más reciclables y se usan cajas 100% reutilizables. Se han reducido las dimensiones y el gramaje de las planchas de cartón sin afectar a la función logística del embalaje.
El uso de cajas plegables en la logística inversa, permite, además, ahorro de espacio en el transporte, combustible y emisiones. En esta línea, la aplicación del ecodiseño en los embalajes, simplificando los acabados, ha conseguido evitar el uso de barnices y disminuir la cantidad de tinta utilizada. Finalmente, las tiendas han fomentado también el uso de bolsas reutilizables y han conseguido reducir la puesta en el mercado de las bolsas de un solo uso entre un 80% y un 90% de media.
En las empresas de Asedas, el aprovechamiento de los recursos va unido a su vez a la acción social, ya que los productos que son perfectamente aptos para el consumo, pero que son retirados del circuito de venta por motivos comerciales, son redistribuidos a comedores sociales y en apoyo alimentario de familias y colectivos en riesgo de exclusión, evitando que estos alimentos sean desechados.
Y para continuar en su trabajo de reducir residuos las compañías de Asedas reclaman a las administraciones públicas un trabajo conjunto de todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, liderado por los poderes públicos, para eliminar ineficiencias que terminan provocando residuos evitables.