La repercusión de los alimentos orgánicos y del estilo de vida en consonancia protagonizó el debate entre eurodiputados y expertos organizado el pasado miérecoles por la unidad de la Eurocámara responsable de evaluar las opciones que abren la ciencia y la tecnología.
La mayoría de los participantes se mostró de acuerdo en que es necesario investigar más para constatar las ventajas de los alimentos orgánicos, aunque un estilo de vida orgánico y atento a la salud es casi con total certeza positivo.
Casi dos tercios de las respuestas a la encuesta realizada a través de Twitter antes de la sesión fueron a favor de la alimentación orgánica. La comida orgánica, ecológica o bio es producto de una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente, con la salud humana, y con el bienestar de plantas y animales. Sólo se puede etiquetar como bio un alimento si al menos el 95% de sus ingredientes son orgánicos.
En la actualidad se está preparando una revisión de la normativa sobre producción y etiquetado de productos orgánicos. Y los negociadores del Parlamento Europeo desean prevenir los fraudes mediante controles adaptados e inspecciones sobre el terreno en todas las plantaciones orgánicas.
El eurodiputado socialdemócrata búlgaro Momchil Nekov presidió la sesión y afirmó que "la agricultura orgánica debería recibir más atención en el debate público porque es una inversión en salud".
Existe un consenso según el cual, la agricultura ecológica es menos agresiva con el medio ambiente que la convencional. Para evaluar sus ventajas para la salud, los servicios del Parlamento Europeo encargados de evaluar las posibilidades abiertas por la evolución de la ciencia y tecnología, y facilitar información independiente sobre las mismas a los eurodiputados, organizó la sesión del miéercoles en la que participó un grupo de expertos.
En general, los expertos coincidieron en que aunque haga falta más investigación sobre las ventajas para la nutrición, los consumidores de alimentos bio se muestran más atentos a la salud. "Faltan pruebas sobre si los cultivos orgánicos tienen un mayor valor nutritivo que los convencionales", explicó Bernhard Watzl del instituto alemán Max Rubner.
Axel Mie, de la universidad sueca de Ciencias Agrícolas, y Joahnnes Kahl, de la asociación de Calidad de la Alimentación y Salud de Países Bajos, mantuvieron que el estilo de vida bio es positivo para la salud porque suele estar acompañado por un mayor consumo de fruta, verduras, cereales integrales y frutos secos.
Ewa Rembialkowska, de la universidad de Varsovia de Ciencias Biológicas, subrayó que la alimentación bio es potencialmente mejor para la salud animal y humana que la alimentación convencional. E hizo hincapié en las "diferencias significativas" en los sistemas hormonal e inmunitario entre animales alimentados con productos bio y convencionales, sobre todo en la segunda generación. Siempre según esta experta polaca, existen estudios con animales que muestran niveles más elevados de fertilidad y más bajos de mortalidad en el parto, y mejores reacciones inmunitarias. Y añadió: "Hay estudios que muestran que las ratas optan con más frecuencia por comida bio que convencional si pueden elegir".