Los Vinos de Madrid, cuya Denominación de Origen se ha situado ya en un lugar destacado tanto en el mercado nacional como en el internacional, podrán mejorar su calidad, producción y diversidad, de acuerdo con las conclusiones de ocho proyectos de investigación sobre viticultura y enología realizados por el Instituto Madrileño para la Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra).
En los últimos años se han invertido 3 millones de euros en la puesta en marcha de 41 proyectos de modernización e investigación de este sector y que abarcan desde el estudio de la uva, pasando por el análisis de los suelos, hasta las maderas utilizadas en las crianzas de vinos ecológicos.
A través de estos estudios ha sido posible encontrar vides autóctonas de Madrid que producen más y mejor vino de las variedades Tempranillo, Malvar, Torrontés y Albillo, por lo que las bodegas podrán plantarlas y mejorar la calidad de sus caldos. Asimismo, se han recuperado variedades de uvas antiguas y autóctonas de Madrid como la Rayada Melonera, que se cultivaba en la región en el siglo XVIII, y con la que ya se está consiguiendo un nuevo tipo de vino interesante y novedoso.
En estos momentos se trabaja en la selección de plantas de otra variedad antigua madrileña, la Moscatel Grado Menudo, para poder ponerla en el mercado. También se estudia la adaptación a los suelos de Madrid de otras variedades de éxito en otras zonas vitivinícolas, tanto españolas -la Garnacha Blanca- como extranjeras -Barbera italiana, Sauvignon Blanc francesa o Riesling alemana-.
Uno de los proyectos más novedosos ha permitido implantar por primera vez en España vinos de crianza ecológicos envejecidos en madera de roble francés y americano. Cuatro bodegas de la D.O. Vinos de Madrid están produciendo ya crianzas ecológicos. Estas investigaciones se han completado con estudios para conservar los suelos destinados al cultivo sin perder la calidad de la cosecha, así como con la realización de un mapa de suelos para localizar los mejores terrenos o el logro de levaduras autóctonas y exclusivas de Madrid para fermentar el vino.