Los precios de los principales productos alimentarios básicos subieron en octubre, debido a las preocupaciones por la meteorología adversa y su impacto en el suministro de azúcar y aceite de palma, según datos de la FAO.
El índice de precios de los alimentos de la FAO tuvo una media de casi 162 puntos en octubre, un 3,9% más con respecto al mes de septiembre, aunque todavía está un 16% por debajo del año pasado. Las previsiones de la producción mundial de cereales se cifran en 2.530 millones de toneladas, un 1,1% menos que la producción récord del año pasado.
Esta rebaja en las previsiones refleja las expectativas a la baja sobre las cosechas de maíz en la India y Ucrania, debido sobre todo a las condiciones meteorológicas adversas. La sequía en Tailandia provocó una reducción en la cosecha de arroz proyectada esta temporada. Al mismo tiempo, la previsión para la producción mundial de trigo se ha elevado, debido principalmente a una cosecha en la Unión Europea mayor de la prevista inicialmente.
Se espera que las existencias mundiales de cereales se mantengan en un nivel suficiente, con los inventarios mundiales de trigo subiendo aún más, alcanzando su nivel más alto en 15 años.
El índice de precios del azúcar de la FAO encabezó el aumento general de octubre, subiendo un 17,2% respecto a septiembre, en medio de temores de que el exceso de lluvias en las principales regiones de cultivo en Brasil afecte a la cosecha de caña de azúcar, sumado a informes sobre la sequía en la India y Tailandia. La fuerte subida revirtió el descenso experimentado por el subíndice desde febrero.
La creciente preocupación de que el fenómeno de El Niño pueda dificultar el suministro de aceite de palma del próximo año en Indonesia, junto con el lento avance de las plantaciones de soja en Brasil -debido también a la meteorología desfavorable-, llevó a un aumento del 6,2% en el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO.
El índice de precios de los productos lácteos subió un 9,4% desde septiembre debido a la preocupación sobre la posible disminución de la producción de leche en Nueva Zelanda. Por otra parte, el índice de precios de la carne permaneció estable.
El índice de precios de los cereales también aumentó, aunque en un modesto 1,7%, impulsado en parte por la creciente preocupación por la sequía que afecta a los cultivos de trigo en Ucrania y partes del sur de la Federación de Rusia.