La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) ve “absolutamente desproporcionada, arbitraria e inoportuna” la subida del IBI que el Ayuntamiento de Madrid pretende imponer al comercio en 2016.
Según la asociación, los grandes comercios de Madrid ya están sometidos a una presión fiscal altísima debido a que, por un lado, los valores catastrales son más elevados que la media nacional y, por el otro, el tipo impositivo diferenciado que soportan en el IBI ya roza el máximo permitido por la Ley de Haciendas Locales. El Ayuntamiento debe aclarar cómo quiere articular esa subida adicional del 10% y pensar en las gravísimas consecuencias que tendrá para la viabilidad de muchos negocios.
Además, esta medida es “arbitraria” y se establecerá una discriminación y una distorsión del mercado muy importante entre empresas competidoras con formatos comerciales distintos. Por ejemplo, “una empresa con una única tienda grande sufrirá un castigo fiscal del que quedará exenta una compañía competidora con una superficie total de venta mayor repartida en varias tiendas medianas”, aseguran desde ANGED.
Para la patronal de las grandes superficies, esta medida es “inoportuna en el tiempo y en el fondo”. La subida de impuestos anunciada va totalmente en contra del ciclo económico. Es decir, resta a las empresas capacidad para transformar la recuperación del consumo experimentada en los últimos meses, en nuevos puestos de trabajo e inversiones para la ciudad. “Resta confianza y certidumbre a un sector que, tras siete años consecutivos de caídas de las ventas, ha empezado a percibir una etapa más favorable del consumo”.