El sector cárnico rechaza la clasificación realizada por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), un organismo especializado de la Organización Mundial de Salud (OMS), donde se evaluó el riesgo cancerígeno de las carnes rojas y los productos cárnicos.
La IARC ha clasificado los productos cárnicos procesados como "cancerígeno para los humanos", tras un programa de identificación de peligros que no incluye evaluación de riesgos. Esto significa que no ha tenido en cuenta la exposición real a las sustancias con relación a su potencial para causar cáncer.
“Este es un tema muy complejo que puede depender de una combinación de otros factores, como la edad, genética, dieta, medio ambiente y estilo de vida. No es un único grupo de alimentos específicos por sí mismos el que define los riesgos asociados con la salud, sino la dieta en su conjunto, junto con algunos otros factores”, aseguran fuentes de la Federación Europea de Asociaciones Cárnicas (CLITRAVI).
El sector europeo de la carne considera inapropiado atribuir a un único factor un mayor riesgo de cáncer.
Organismos oficiales, sociedades médicas y expertos recomiendan el consumo de todos los grupos de alimentos a fin de tener una dieta sana, variada y equilibrada, incluyendo un consumo moderado de carnes y productos cárnicos.