Aunque sólo un 1,2% de los compradores online adquiere productos de alimentación, las cestas de la compra online son tres veces mayores que las cestas físicas. Así, en España, el ticket medio de la cesta digital es de 70 euros, frente a los 30 euros en la tienda física, como afirma Diego Sebastián de Erice, de Supermercados Día.
“Nuestro ticket de compra online es casi cinco veces mayor que el offline en tienda física”, asegura Sebastián, durante la jornada “Los retos de la Alimentación en eCommerce”, realizada por Webloyalty.
Sebastián, además, sostiene que “el sector tradicional de la alimentación se enfrenta a consumidores omnichannel que desarrollan comportamientos para cada uno de los diferentes canales, por lo que hay que adaptarlos a cada momento y a cada comportamiento”.
En España hay mucho margen de mejora y de crecimiento, pero los usuarios aún se muestran reticentes a la hora de comprar alimentos online, sobre todo productos frescos. Actualmente, el gasto de las familias españolas en alimentación supera los 98.000 millones de euros, de los cuales 588 millones son de facturación online. Aun con estos datos, el eCommerce de alimentación en 2014 ha experimentado un crecimiento del 28% a nivel mundial.
Es por ello que todos los expertos coinciden en una misma idea: ha nacido una nueva generación, un consumidor joven que aprecia y le gusta hacer la compra. Esto supone un soplo de aire fresco en el sector, nuevas oportunidades y nuevos mensajes a comunicar en los que las marcas juegan un papel muy importante.
La edad es un factor de relevancia a la hora de analizar el consumidor de alimentación online. En este sentido, más del 50% de los consumidores que compran productos alimenticios tienen entre 20 y 35 años, una generación digitalizada que no contempla barreras a la hora de realizar la compra vía Internet. Por su parte, el 30% de los consumidores tienen entre 36 y 55 años y un 17% más de 55.
Sin embargo, compañías como TuDespensa.com señalan que el valor reside en conocer los hábitos de los consumidores. En palabras de su directora de Marketing y Ventas, Alicia Ortega, “no tenemos que preguntar a nuestros clientes si tienen bebés o si tienen perro, lo vemos en su lista de la compra. Conocemos sus hábitos de compra y podemos personalizar en función de eso”.
Se puede pensar que la cesta de la compra aún se encuentra en manos de las generaciones menos digitalizadas. Pero, poco a poco, está situación se irá revertiendo gracias a los nativos digitales que irán asumiendo estas funciones.
Según los ponentes, los productos más vendidos en sus plataformas son los no perecederos de primera necesidad, productos que además son pesados u ocupan mucho espacio, como es el caso de las bebidas o los pañales. Son compras que se repiten semanal o mensualmente.
Actualmente existe un miedo generalizado por la compra de productos frescos, cuestionando la calidad o la elección de los mismos. No obstante, han empezado a surgir empresas que dan soluciones a estas barreras, ofreciendo un trato personalizado y de cercanía con consultores online y expertos que realizan la compra por el usuario teniendo en cuanta sus preferencias y gustos.
Las ventajas percibidas por el consumidor a la hora de comprar online son la comodidad y ahorro de tiempo que implica, así como la sencillez, variedad en la oferta o incluso el precio. Sin embargo, la desconfianza y el trato poco personal aún pesan en los consumidores.
En este sentido, los eCommerce deberán afrontar una serie de retos, entre los que se encuentran mejorar la usabilidad de las webs, superar los miedos a los productos frescos, trabajar activamente en la mejora de costes y tiempos de entrega de los pedidos, así como en aumentar las facilidades y prestaciones para los consumidores.