En los cinco primeros meses del año, España vendió a Rusia lácteos por valor de 503.550 euros, un 294% más que en el mismo período de 2014, según datos de la Agencia Tributaria.
No obstante, “considerando que el mercado ruso es actualmente inaccesible para muchos exportadores de lácteos, con la ampliación del veto sobre este tipo de productos, Irán puede ser un mercado potencial para la producción inicialmente destinada a la Federación Rusa”, detalla Lianne van den Bos, analista alimentaria de Euromonitor.
Un análisis de la consultora asegura que el recién inaugurado mercado iraní podría sustituir a Rusia como mercado de lácteos. Así, una vez levantadas las sanciones que pesan sobre el mismo, el país persa podría convertirse en un mercado objetivo para los exportadores de lácteos.
Estados Unidos, la Unión Europea y las Naciones Unidas han anunciado un levantamiento progresivo de las sanciones contra Irán en los próximos años, a raíz del acuerdo alcanzado sobre el programa nuclear de Teherán, explica ICEX. La retirada de las sanciones supondría la apertura del décimo mercado para los lácteos con mayor crecimiento del mundo.
Irán tiene una población joven, con alrededor del 40% de sus 80 millones de habitantes con edades comprendidas entre los 15 y los 34 años. Este segmento hace gala de una actitud abierta hacia los alimentos envasados, lo que les convierte en un enorme mercado por explotar, apunta Euromonitor.
La mayoría de los productos lácteos consumidos por los iraníes, sobre todo quesos y yogures, son elaborados en casa. No obstante, ya se ha dado en el país un cambio de productos no envasados a envasados, pero haría falta un esfuerzo suplementario para que los iraníes consumieran más lácteos en este tipo de formato, agrega Euromonitor.
España prácticamente no ha exportado lácteos a Irán en los últimos años.