La mayoría de los europeos cree que la crisis le ha hecho cambiar sus hábitos de compra, prestando más atención a los precios que hace cinco años, aprovechando las ventajas de Internet y la tecnología móvil para comprar y atendiendo a la procedencia y composición de los productos.
Así, hasta 2014, casi el 75% de los consumidores creía que su capacidad de compra es muy limitada.
Sin embargo, el Observatorio Cetelem de Consumo en Europa revela que todo apunta hacia una recuperación. De hecho, aumenta el número de europeos que piensa gastar más este año ya que creen que su situación personal ha mejorado.
Los tres factores que han contribuido a mejorar la intención de consumo en Europa es la evolución de los productos, la accesibilidad de las tiendas y la situación familiar.
Según el estudio, más del 60% de los europeos intenta reducir el tiempo a la hora de hacer la compra, así las tres propuestas que más demanda el consumidor para lograrlo es “la apertura en domingos, la oferta personalizada y mejores servicios por Internet”, asegura Liliana Marsán, responsable del estudio.