La campaña de precios bajos en el segmento de frescos que llevan a cabo las cadenas de distribución en estos días ha hecho que esta categoría experimente un incremento del 3% en las dos primeras semanas de diciembre, por encima incluso del dato de 2% de mejora cosechado en noviembre, según datos de la consultora Nielsen.
La cesta de productos frescos se configura en función de cómo los hogares perciben las variaciones de precio. Su hipersensibilidad recompensa bajadas de importe o, por el contrario, castiga las subidas. Con la compra planificada al milímetro, los consumidores acuden al hipermercado o al supermercado a la caza y captura del precio más competitivo aunque permitiéndose más alegrías que en los años de dura crisis.
En el pescado fresco, se compran aquellos productos que han bajado de forma notable sus importes, como por ejemplo la lubina y el salmón, un 4% más baratos. Ambos son recompensados y su presencia en la cesta de la compra ha aumentado el 30% y el 35%, respectivamente.
Los españoles comen más lubina y salmón en lugar de bacalao y besugo, dos de los pescados más perjudicados al subir sus precios, algo que no ha pasado desapercibido. A consecuencia de su encarecimiento, su compra ha disminuido entre el 22% y el 25%, respectivamente.
Otro ejemplo claro de “castigo” son las uvas. Quizás en Nochevieja, su gran momento, puedan resarcirse, pero de momento los españoles han penalizado su consumo al percibir que son el 16% más caras. Ese castigo se cuantifica en una presencia el 19% menor en la cesta de la compra, donde ganan terreno frutas como la naranja, el 9% concretamente.
En carne, la de ovino también sufre los rigores de la demanda de precio por parte de los hogares españoles al encarecerse, lo que ha supuesto una disminución de sus compras del 13%. Su sustitutivo es la carne porcina, que al abaratarse se aprovecha y crece el 6%.
Gustavo Núñez, director general de Nielsen Iberia, asegura que “la deflación continúa impactando en la alimentación, sobre todo en los productos frescos, y la distribución está haciendo importantes esfuerzos en precio en vísperas de la Navidad de cara a animar a los consumidores a comprar. La carne crece el 1,6% y el pescado también por encima del 3%. Esta situación refleja cómo el consumidor no abandona ni siquiera en fiestas su hipersensibilidad al precio, la programación de sus compras y su tendencia a recompensar a aquellas marcas y productos que hacen un esfuerzo por adaptarse mejor al bolsillo del consumidor”.