Coyuntura Consiguen tomates modificados que pueden combatir el cáncer 28 octubre 2008Nuevos tomates modificados genéticamente con antioxidantes por investigadores británicos podrían aumentar la esperanza de vida de los enfermos con cáncer. Estos investigadores ya han conseguido que los tomates a los que se les ha insertado dos genes de la flor dragoniana alarguen la vida de ratones cancerosos.
Tomates modificados genéticamente y enriquecidos con antioxidantes -por lo que tienen un color morado- por investigadores del Centro John Innes en Norwich (Gran Bretaña), junto con centros europeos del proyecto Flora, lograron prolongar la vida de ratones susceptibles de sufrir cáncer. Los antioxidantes, presentes en numerosas frutas y verduras, son moléculas que combaten la destrucción de las células por los radicales libres producidos por el envejecimiento celular o ciertas enfermedades.
En el marco del proyecto europeo Flora, que pretende establecer el papel de los flavonoides en algunas enfermedades, los investigadores modificaron genéticamente tomates para enriquecerlos con antocianinas, que son antioxidantes de la clase de los flavonoides. Para ello usaron dos genes que son los que dan el color a la planta del tomate y que, según uno de los responsables del estudio, Eugenio Butelli, «producen antocianinas». En esos tomates modificados, el índice de antocianina se triplicó en relación a los tomates normales.
Los investigadores, cuyo trabajo será publicado el domingo en la revista ?Nature Biotechnology?, del grupo británico Nature, convirtieron en polvo esos tomates genéticamente modificados y los utilizaron para dar de comer a ratones a los que les faltaba un gen protector y, por tanto, susceptibles de sufrir varios tipos de tumores y de morir en corta edad.
Esos ratones vivieron 182 días, frente a los 142 días de vida de otros ratones también sin ese gen protector pero que fueron alimentados con tomates normales o no recibieron para nada ningún alimento relacionado con el tomate. «No sabemos cómo funciona. Es improbable que esos datos se expliquen sólo por la presencia de los antioxidantes», reconoció Marco Giorgio, del Instituto Europeo de Oncología.
«Además, no tomamos en cuenta los eventuales efectos tóxicos, por lo que estamos muy lejos de contemplar un ensayo en seres humanos», añadió.
La agencia estadounidense de control de alimentos y medicamentos (FDA) señaló en 2007 que «no hay una indicación sólida» que pruebe que el consumo de tomates ricos en antioxidantes reduce el riesgo de ciertos cánceres, excepto quizá el de próstata.