En una apuesta por la tradición, Berlys lanza los Fartons para extender su consumo más allá de su provincia de origen porque gusta a todo el mundo y es perfecto para desayunos y meriendas.
Originarios de la zona de la Alboraya valenciana, la aparición de los Fartons se remonta a los años 60 cuando una conocida familia de horneros horchateros decide elaborar un bollito más apetitoso y práctico para acompañar la horchata, en sustitución de las tradicionales rosquilletas y algunos tipos de pan.
Así se ideó una pieza estrecha y alargada ideal para introducir y “mojar” en el vaso. Un producto muy popular cuyo consumo se ha extendido fuera de su provincia de origen y que ahora Berlys lanza al mercado con todas las ventajas para sus clientes, en una clara apuesta por la calidad y la tradición.
Los Fartons de Berlys están elaborados con una exquisita masa de tipo ensaimada, por lo que resultan muy tiernos y esponjosos, también para acompañar bebidas calientes como el chocolate a la taza, café con leche o infusiones. Lo que los convierte en una variedad ideal para desayunos y meriendas.
Para obtener los mejores resultados de los Fartons de Berlys, tras su descongelación, sólo se precisan de 8 a 10 minutos de horneado a 170-175ºC. Una vez fríos, se pueden terminar de dos formas, o bien con un glaseado muy suave o simplemente espolvoreados con azúcar glas.