Las embotelladoras de Coca-Cola siguen pretendiendo cerrar las cuatro plantas previstas, aunque cambia los despidos forzosos por bajas voluntarias. Los sindicatos rechazan la propuesta “porque se mantiene en la destrucción de empleo y en el cierre de las cuatro plantas de producción”.
La empresa rebaja en 63 el número de despidos pero mantiene el cierre de las cuatro plantas y manifiesta que “si las medidas de salida no alcanzan los objetivos previstos, se ejecutará la extinción forzosa de los contratos”.
En la última reunión de la mesa del ERE de Coca-Cola Iberian Partners, la compañía ha presentado una oferta en la que disminuye el número inicial de afectados, que se rebajan de los 1.253 iniciales a 1.190.