En 1963, Nestlé trajo a España la marca Nesquik, un nuevo producto que invitaba a “chocolatear” la leche, bajo el eslogan “no se parece a ningún otro”, por su capacidad de disolverse al instante tanto en leche caliente como fría.
Con la llegada de la mascota Quicky en 1990, Nesquik se convirtió definitivamente en producto de referencia entre el público infantil. Desde entonces, la presencia de la marca y el propio mercado de cacao soluble han crecido en paralelo.
“El mayor logro de Nesquik durante todos estos años ha sido mantener y consolidar su crecimiento hasta convertirse en una de las marcas preferidas por los consumidores, que valoran su instantaneidad y lo perciben como claro referente del mercado de cacao soluble, lo que constituye una clara ventaja competitiva respecto a sus más directos competidores. Sin duda, este hecho ha favorecido su progresiva aceptación entre los consumidores, que han convertido a Nesquik en la marca con mayor crecimiento del mercado al sumar más de 10 puntos de participación en los últimos 14 años, con el consiguiente incremento del número de consumidores fieles a la marca”, aseguran fuentes de la marca.
Con el paso de los años, Nesquik ha lanzado distintas variedades: Nesquik noche (cacao con manzanilla, tila y melisa que contribuye al descanso nocturno de los niños) o Mi primer Nesquik (cacao con cereales, especialmente adaptado al consumo de niños a partir de los 3 años), así como con nuevos sabores como fresa y plátano.