La Eurocámara da luz verde a la nueva Política Agraria Común, para el periodo 2014-2020, y que entrará en funcionamiento el próximo 1 de enero. El objetivo de esta nueva norma es asegurar una distribución más equitativa de los fondos entre los Estados miembros y los agricultores.
"La nueva PAC mantendrá el equilibrio entre la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente, preparará mejor a los agricultores a afrontar los retos del futuro y será más justa y legítima", ha subrayado el presidente de la comisión de Agricultura, el socialista italiano Paolo de Castro.
Por su parte, el ponente de los informes sobre desarrollo rural y pagos directos, el socialista portugués Luis Manuel Capoulas Santos ha destacado que, "además de destinar a los jóvenes y pequeños agricultores los fondos hasta ahora dedicados a las grandes explotaciones, hemos garantizado una distribución mejor de los fondos en toda la UE. En 2020, los agricultores de distintos Estados miembros deberían recibir, al menos, el 72% de la media comunitaria de los pagos directos".
La nueva política agraria establece que, para 2019, los pagos a los agricultores que reciban menos del 90% de la media nacional o regional se incrementarán al menos un tercio de la diferencia entre el 90% de la media nacional o regional y los pagos recibidos en 2014.
Además, los eurodiputados han asegurado que para 2019 ningún agricultor europeo recibirá menos de un 60% de las ayudas de la media nacional o regional. Sin embargo, con el fin de evitar caídas drásticas en el nivel de las ayudas que puedan poner en peligro la permanencia de algunas explotaciones, el Parlamento ha insistido en que ninguna explotación pierda más del 30% de las ayudas en comparación con el primer año de vigencia de la nueva política agraria.
La nueva PAC especifica que los pagos directos irán dirigidos a "agricultores activos". Asimismo, los Estados miembros tendrán que elaborar una lista de entidades, como aeropuertos, clubes deportivos o empresas públicas de transporte o construcción, que quedarán excluidas automáticamente de los fondos comunitarios, a no ser que demuestren que la agricultura representa una parte sustancial de sus ingresos.
La Eurocámara y el Consejo han respaldado la propuesta de la Comisión de destinar el 30% de los sobre nacionales a pagos directos dirigidos a los agricultores que cumplan tres prácticas agrícolas beneficiosas para el medio ambiente: la rotación de cultivos, el mantenimiento de pastos permanentes y la creación de "áreas de interés ecológico" en al menos el 5% de la superficie agrícola (para las explotaciones que tienen, como mínimo, 15 hectáreas de superficie agrícola).
Además, el texto prevé un recorte de al menos el 5% en las ayudas a las grandes explotaciones que reciban más de 150.000 euros.
Y con el fin de atraer a las personas jóvenes a la agricultura, la Eurocámara y los Estados miembros han acordado un 25% extra de ayudas a los jóvenes agricultores (hasta 40 años) con explotaciones de entre 25 y 90 hectáreas. Además, los países de la UE estarán obligados a utilizar el 2% de su sobre nacional en ayudas a los jóvenes agricultores.
Los Estados miembros también decidirán si desean establecer un mecanismo de apoyo a los pequeños agricultores. En caso afirmativo, los agricultores que reciban menos de 1.500 euros en ayudas directas serán incluidos automáticamente en este régimen.
El texto acordado incluye un instrumento de estabilización de ingresos para compensar los daños a los agricultores por la caída repentina en la demanda de sus productos. La Comisión evaluará esta herramienta y, en caso necesario, presentará antes de finalizar 2018 una propuesta legislativa para mejorar su funcionamiento.