En 2012 se han registrado un total de 5.083 solicitudes de jóvenes que buscan incorporarse al campo, lo que supone un incremento del 79% con respecto a la media de los últimas cuatro campañas.
Este incremento responde a la alta tasa de paro juvenil y a la ausencia de alternativas laborales, según el informe sobre el "relevo generacional en el campo como clave estratégica para la seguridad alimentaria, el empleo y el desarrollo rural sostenible", realizado por las Juventudes Agrarias de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), que se ha presentado hoy en Madrid.
El secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha asegurado que, debido a las dificultades presupuestarias de las administraciones, no se están cubriendo las peticiones de dichas ayudas, que confinancian las comunidades autónomas y la Unión Europea a través de la Política Agraria Común. En términos absolutos, destacan Extremadura con 1.700 peticiones (+73 %) y Castilla y León, con 1.007 (+121 %).
Blanco ha lanzado una "llamada de socorro" sobre la "urgente necesidad" de adoptar políticas de Estado para el relevo generacional, ya que, por ahora, sólo el 5 % de los productores agrarios tiene menos de 35 años, frente a un 56,% % que sobrepasa los 55 años.
La región en la que más ha aumentado el número de solicitudes es Asturias, con 450 peticiones en 2012 frente a las 118 de la media de los últimos cuatro años, lo que supone un incremento del 317 %. De los jóvenes, el 53 % trabaja por cuenta propia y la incorporación, en la mayoría de los casos, se hace a través de los propios familiares (70 %). El perfil de los jóvenes que intentan buscar una alternativa en el campo responde al de hijos o nietos de agricultores que trabajaban en otras áreas, fundamentalmente la construcción, y que tienen muy en cuenta la innovación a la hora de desarrollar su actividad.