El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha incidido en el Senado en “la importancia del etiquetado voluntario para la puesta en valor de los productos con características especiales como la frescura o el origen geográfico”.
Respondiendo a una pregunta del Grupo Vasco EAJ-PNV sobre la nueva propuesta comunitaria sobre etiquetado de las conservas de productos del mar, el ministro señaló: “El Gobierno considera que en el caso de productos preparados y conservas la zona de captura no debe ser exigida en el etiquetado de productos” ha indicado el Ministro, señalando igualmente que este requisito resulta “extremadamente complicado” para ciertos productos preparados.
En este sentido ha explicado que para ciertos productos preparados, como el surimi, en cuya elaboración se utilizan diferentes especies y de diversas procedencias, “este requisito, de indicar la zona de captura, resulta extremadamente complicado”, así como en el caso del atún, industria de alta importancia en la costa cantábrica y gallega, para la que supondría de gran complejidad técnica y económica la obligación de especificar la zona de captura, dado que, por estrategia empresarial, los envases se encargan en cantidades para rentabilizar su utilización.
Sin embargo para los productos preparados el Ministro ha explicado que si es imprescindible indicar la información sobre el método de producción y la zona de captura.
“No obstante, no hay que olvidar que el origen o procedencia puede indicarse de manera voluntaria con objeto, tanto de informar al consumidor, como de añadir valor añadido a la conserva” ha indicado Arias Cañete, señalando que ese es el caso de las conservas de Mejillón de Galicia, denominación que solo pueden obtener los productos que cumplan sus requisitos o para las anchoas del Cantábrico sobre las que se trabaja para el reconocimiento de una Indicación Geográfica Protegida.
El ministro ha recordado que en el Consejo de Pesca de Luxemburgo celebrado en junio se alcanzó un acuerdo en el cual ya no estaban incluidos los requisitos de información obligatoria para los preparados y conservas tratados globalmente en el Reglamento de la OCM y que, paralelamente, el Parlamento Europeo debatió la propuesta de la Comisión votándose favorablemente sus enmiendas en el mes de septiembre, una de las cuales proponía la eliminación de los requisitos de información obligatoria para los preparados y conservas.