SPG, empresa referente en el sector del packaging flexible para alimentación, ha dado un paso significativo en su compromiso medioambiental con la obtención de la certificación internacional FSC (Forest Stewardship Council), un sello que avala que los materiales de origen forestal utilizados en sus productos provienen de bosques gestionados de forma responsable y sostenible.
Este reconocimiento, de carácter voluntario pero ampliamente valorado a nivel internacional, refuerza el posicionamiento de SPG como proveedor comprometido con la trazabilidad, transparencia y sostenibilidad en toda su cadena de suministro. La certificación FSC garantiza, además, el respeto por los derechos de los trabajadores, las comunidades locales y la conservación de la biodiversidad, aspectos que cobran cada vez mayor relevancia para el consumidor final y los mercados exigentes.
Con esta nueva acreditación, SPG responde a la creciente demanda del sector alimentario por soluciones de envasado más sostenibles, en un momento en el que tanto las marcas como la distribución están revisando sus políticas de aprovisionamiento con criterios medioambientales. Esta evolución refuerza el valor añadido de los envases desarrollados por la compañía, aportando una ventaja competitiva real en un contexto donde la sostenibilidad se ha convertido en un criterio clave de decisión de compra.
De forma paralela, la empresa ha anunciado la creación de una estructura interna dedicada exclusivamente a la sostenibilidad, lo que representa un nuevo hito en la consolidación de su estrategia ambiental a medio y largo plazo. Al frente de esta área se sitúa María del Carmen Delgado, recientemente designada responsable de Sostenibilidad de SPG, quien tendrá como objetivo coordinar e impulsar las iniciativas medioambientales desde un enfoque estratégico y transversal.
Esta nueva figura permitirá alinear todos los departamentos de la organización bajo una misma hoja de ruta ambiental, asegurando que cada decisión empresarial incorpore criterios de sostenibilidad en su análisis. Además, se facilitará el seguimiento de objetivos, la evaluación del impacto de las acciones y la mejora continua en materia de gestión de recursos, eficiencia energética, circularidad y reducción de emisiones.
Hacia un modelo más responsable e innovador
SPG lleva años trabajando en la innovación de materiales y soluciones de envase que respondan tanto a los requisitos técnicos de seguridad alimentaria y conservación del producto, como a los retos medioambientales del sector. La incorporación de materiales reciclables, compostables o con menor impacto ambiental ha sido una de las líneas prioritarias de su I+D, en línea con las nuevas demandas regulatorias y sociales.
La certificación FSC se suma a este compromiso, aportando seguridad y trazabilidad a lo largo de toda la cadena de valor, desde el origen de las materias primas hasta el producto final. Se trata, en definitiva, de una acción que refuerza la coherencia del discurso sostenible de la empresa, y contribuye a que sus clientes —principalmente del ámbito alimentario— puedan cumplir también con sus propios objetivos en materia de responsabilidad corporativa y sostenibilidad.
Con estos avances, SPG reitera su voluntad de integrar la sostenibilidad como eje central de su estrategia empresarial, más allá de las certificaciones o las exigencias del mercado. El propósito, como destacan desde la compañía, es generar un impacto positivo y duradero en el entorno, manteniendo al mismo tiempo los estándares más altos en calidad, innovación y servicio al cliente.
Así, SPG continúa consolidándose como actor clave en la transición hacia un modelo de packaging más sostenible, ofreciendo soluciones que combinan rendimiento, responsabilidad y respuesta a las necesidades reales del mercado alimentario.