Los responsables sectoriales de Alimentación y Bebidas de CCOO de Industria y de UGT FICA, José Vicente Canet y Sebastián Serena, respectivamente, han firmado un Protocolo para la Racionalización de la Negociación Colectiva Sectorial en la Industria Alimentaria y de Bebidas al objeto de conseguir a medio y largo plazo una negociación colectiva más estructurada y mejor articulada, de forma que, con un número menor de convenios colectivos sectoriales, se cubran las condiciones laborales de más trabajadores y trabajadoras.
Las Federaciones de UGT FICA y CCOO de Industria han decidido así “dar un paso adelante para poner orden a uno de los problemas estructurales a los que se enfrenta el sector de la industria alimentaria y de bebidas, que es la excesiva dispersión y atomización de la negociación colectiva sectorial”.
“Esta realidad dificulta la acción sindical que vienen desarrollando ambos sindicatos en su ejercicio de representación de los trabajadores y de las trabajadoras, y perjudica los intereses de algunos colectivos del sector, ya que quedan fuera de la cobertura que ofrecen los convenios colectivos sectoriales estatales y de ámbito inferior”, señalan en un comunicado.
“En efecto, a pesar de que existe un importante número de convenios colectivos sectoriales, existen determinadas actividades económicas o subsectores que no están cubiertas por convenio colectivo ni el ámbito estatal ni otros inferiores”, añaden, y explican que esta situación anómala hace que, en el mejor de los casos, las condiciones laborales de los colectivos afectados se cubren, de forma deficiente y muy dispersa, desde el ámbito provincial, lo que provoca un problema de cobertura de vacíos.
Paralelamente, CCOO de Industria y UGT FICA consideran que existe un excesivo número de convenios colectivos sectoriales para regular los diferentes subsectores de la industria alimentaria y de bebidas en España, hasta el punto de que en la actualidad coexisten 187 convenios colectivos sectoriales (15 estatales, 12 autonómicos o interprovinciales y 160 provinciales), algunos de los cuales tienen poca afectación en término de número de trabajadoras/es y presentan condiciones laborales básicas mínimas.
El protocolo establece un Mapa de la Negociación Colectiva Sectorial consensuado como elemento base tanto para poner en marcha las medidas necesarias para racionalizar el sector como los instrumentos para realizar el seguimiento, evolución y evaluación de sus contenidos.
De esta forma, el protocolo presenta una batería de medidas a adoptar en los ámbitos estatal, autonómico y provincial dirigidas a racionalizar la negociación colectiva sectorial, entre las que destaca como objetivo fundamental la elaboración y aprobación de un Convenio General de la Industria de Alimentación y Bebidas que cubra tanto a los trabajadores y trabajadoras como a las empresas que no dispongan de un convenio colectivo de aplicación, un objetivo que ambas organizaciones vienen reivindicando desde hace años y ahora pretende impulsar decididamente para ordenar y racionalizar laboralmente de una vez por todas la industria alimentaria y de bebidas de nuestro país.
El protocolo prevé también la creación de una Comisión de Seguimiento del Plan de Racionalización, de ámbito estatal, al objeto de actualizar el Mapa de Convenios y planificar las medidas concretas para cumplir con los objetivos perseguidos por este Plan de Racionalización.